Cuando oímos la palabra grasa solemos pensar en algo negativo, aunque en realidad cierta cantidad es imprescindible para un correcto funcionamiento del organismo, absorber determinadas vitaminas y para completar el proceso metabólico. Cierto es que no toda la grasa es igual ni tiene las mismas funciones y por este motivo, nos disponemos a comentar este tema.
¿Qué es la grasa visceral?
Explicado de una manera sencilla, la grasa visceral es aquella que recubre los órganos internos (vísceras), se trata de un cúmulo de tejido adiposo en la cavidad abdominal que a diferencia de la grasa subcutánea es más difícil de perder y de distinguir.
Que esta grasa se encuentre cerca de órganos vitales como el riñón, hígado y páncreas es un problema ya que esto aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la diabetes de tipo 2 y otras enfermedades cardíacas y/o respiratorias ya que contribuye a tener elevados niveles de colesterol, azúcar en sangre y la tensión alta.

Qué es y como se mide el nivel de grasa visceral
Cuando hablamos de nivel de grasa visceral nos referimos al porcentaje de este tipo de grasa que tenemos en nuestro organismo. Hay diversas formas de medir esta grasa, la más precisa seria mediante una tomografía computarizada o con una resonancia magnética, aunque la forma más utilizada y sencilla que nos permitirá además medir otros parámetros será a través de una báscula de bioimpedancia.
Para valorar los niveles de grasa visceral se utiliza una escala de medición que utiliza valores desde el 1 hasta el 59. Esta escala se utilizará después de los resultados obtenidos utilizando cualquiera de los métodos de medición. Los valores saludables de grasa visceral serán aquellos por debajo de 12.

¿Cómo funciona una báscula de bioimpedancia?
Una báscula de bioimpedancia o báscula inteligente no es más que una báscula digital capaz de medir diversos datos de nuestro organismo como los porcentajes de grasa superficial y visceral, de músculo y de agua además del peso.
Como ya hemos comentado en alguna entrada del blog nuestro cuerpo está formado por aproximadamente un 60-70% de agua presente en músculos, órganos, piel… Gracias a que el agua es una buena conductora de la electricidad y que órganos y músculos están formados en su mayoría por agua, al contrario del tejido graso que apenas contiene un 10%, el tejido graso generará una resistencia al paso de la corriente facilitando así su medición.
Las báculas de bioimpedancia calcularán estos valores gracias a esto, midiendo el tiempo que esta corriente tarda en atravesar nuestro organismo.
Para poder realizar la medición, estas básculas disponen de unos electrodos sobre los cuáles se situarán los pies.
Para obtener una medición lo más precisa posible:
- La medición debe hacerse en ayunas (mínimo 3 horas).
- La vejiga tiene que estar lo más vacía posible.
- No se debe beber previamente té, bebidas con cafeína o diuréticas.
- Evitar el ejercicio físico intenso en las 24 horas anteriores.
- No llevar elementos metálicos en el momento de la medición.
- No realizar la medición en mujeres que presenten la menstruación ya que ofrecerá datos erróneos.
Otros métodos de medición
Índice de Masa Corporal (IMC). Este sistema de medición que utiliza el peso y la altura para calcular la medición ya hemos comentado anteriormente que solo debe usarse como una guía aproximada, ya que no tiene en cuenta si el exceso de peso procede de grasa, agua o músculo.
Medición de la cintura. Se realiza la medición con una cinta métrica, medimos la cintura, empezando desde el ombligo y sin apretar. Una cintura saludable mide (como máximo) 88 cm en mujeres y 102 cm en hombres. Esta medida es más precisa que el IMC, aunque continúa siendo una estimación y no sirve para todo el mundo de la misma forma.
Relación cintura-cadera. Calcula el espacio de correlación entre la circunferencia de la cintura y la de la cadera. Cuanto mayor sea la cifra, más grasa habrá almacenada alrededor del abdomen. Para calcularla, se divide la medida de la cintura entre la de la cadera. Esta cifra no debería superar más de 0,9cm en hombres y más de 0,8cm en mujeres.
Causas del aumento de la grasa visceral
La acumulación de grasa visceral suele presentarse por hábitos poco saludables. Los niveles de grasa visceral se pueden ver aumentados por diversas causas, siendo las principales de ello:
Edad: Factor importante a tener en cuenta, se trata de un factor inevitable sobre el cuál podemos prestar especial atención con el fin de que no se dispare.
Sedentarismo: No realizar actividad física aumenta exponencialmente las posibilidades de generar grasa visceral.
Dieta: Seguir una dieta con un mal balance de grasas es un factor que debemos tener en cuenta para no acumular más grasa de la necesaria en el organismo.
Genética: La herencia genética puede generar que alguien sea más propenso a acumular este tipo de grasa, los antecedentes cardiovasculares o la obesidad se pueden heredar.

Claves para perder grasa visceral
Es importante perder grasa visceral cuando se tiene en exceso, pero no se trata de eliminar por completo la grasa de nuestra dieta ya que existe grasa saludable que nuestro organismo necesita.
Alguna de esta grasa saludable procede de alimentos como el aceite de oliva, el salmón, las nueces y el aguacate.
Mantener el metabolismo activo: La clave para mantener el metabolismo trabajando consiste en hacer entre 4 y 5 comidas diarias ya que, si no nos llenamos en exceso y comemos varias veces al día, nuestro metabolismo permanecerá activo.
Aumenta el consumo de frutas y verduras: Trata de eliminar la sal, harinas blancas, comidas industriales, el alcohol y los refrescos azucarados de tu dieta.
Incorpora la actividad física a tu rutina diaria: Se recomienda una actividad aeróbica moderada como caminar a paso ligero al menos 2h 30min a la semana o actividad aeróbica intensa 1h 15min.
La constancia es la clave del éxito: Si nuestro objetivo es perder el exceso de grasa y evitar que vuelva debemos perder peso de forma lenta y constante el asesoramiento médico será fundamental para mantener el corazón activo según diversos estudios.
Disminuir el estrés: Un ritmo de vida frenético y el estrés suele ir acompañado de excesos tanto con la comida como otros malos hábitos como el tabaquismo.
Tener un sueño reparador: Es necesario cumplir con las horas de sueño imprescindibles para una correcta reparación de nuestro organismo junto con la correcta depuración de toxinas y residuos metabólicos de nuestro organismo. Dedica al menos 8 horas al sueño nocturno, haz cenas ligeras y vete a la cama a la misma hora.
Andulación y pérdida de grasa visceral
La terapia de Andulación es una buena opción para la lucha contra la grasa visceral y los kilos de más. Actúa como un quemador de grasa eficaz estimulando de forma intensa el metabolismo y la circulación sanguínea. Gracias a un aumento de la actividad metabólica se logra quemar la grasa de forma intensa y duradera, sobre todo, la grasa concentrada en el abdomen, gracias a las vibraciones mecánicas del cinturón ventral, ayudará a despegar la grasa más superficial de las vísceras ayudando después a eliminarla junto al resto de residuos metabólicos y toxinas.