La osteoporosis no produce dolor ni causa ninguna alteración en sí misma. La osteoporosis causa una inestabilidad en los huesos que aumenta gradualmente. Debido a que este es un proceso lento, a menudo permanece inadvertido en su fase temprana.

Sin embargo, al producirse debilidad y gran fragilidad en los huesos, aparecen con frecuencia fracturas óseas, que son las que condicionan los síntomas en estos enfermos.

Algunos primeros síntomas típicos son dolor de espalda ocasional, ya que la pérdida de sustancia ósea aparece primero en los cuerpos vertebrales. En una etapa posterior los huesos se fracturan sin causas obvias, llamadas fracturas espontáneas, que se producen principalmente en los cuerpos vertebrales de la columna vertebral, a nivel de la articulación de la cadera, en la muñeca y las articulaciones del hombro. Otro síntoma típico de la osteoporosis que aparece en algunos pacientes es el encogimiento general, que puede llegar a producir una joroba.

El médico primero tiene una conversación con el paciente es que éste es cuestionado acerca de su historial médico, seguido de un exhaustivo examen físico que pone especial énfasis en la movilidad. Si aparece alguna indicio de osteoporosis, entonces se llevan a cabo investigaciones para confirmar el diagnóstico.

Tal investigación se centra principalmente en la medición de la densidad ósea. Aquí se determina el denominado valor T, que proporciona información sobre el riesgo de fractura de los huesos. Cuanto mayor sea el valor, menor será el riesgo de sufrirla. Con el fin de medir la densidad ósea, hoy en día se lleva generalmente a cabo una medición DXA, método que permite medir la densidad mineral ósea. En casos de osteoporosis, esta cantidad es reducida.

En casos raros, además de la medición de densidad ósea también se realiza una biopsia de médula. Sin embargo, la intención de la biopsia no es la de confirmar el diagnóstico de osteoporosis, sino descartar otras enfermedades, como la existencia de tumores.

El médico especialista es el que decide el tratamiento combinado más adecuado para cada caso. Estos tratamientos pueden ir desde la cirugía a la fisioterapia, la natación terapéutica, los fármacos analgésicos y antiinflamatorios

El pilar del tratamiento contra la osteoporosis es una dieta rica en calcio y realizar ejercicio de forma regular, y funciona tanto como tratamiento como para la prevención. El tratamiento de la osteoporosis pasa primero por su prevención, y en caso de fractura se aplicará una técnica quirúrgica diferenciada para cada tipo.

El esqueleto

El esqueleto humano consiste de aproximadamente 206 huesos. Estos forman el esqueleto del cuerpo y le proporcionan estabilidad. A través de las articulaciones los huesos individuales están conectados con ligamentos, músculos y tendones.

Además de dar forma y apuntalar la postura del cuerpo, los huesos también se encargan de proteger los tejidos blandos y los órganos internos de cualquier daño. Además, los huesos son responsables de la producción de células sanguíneas en la médula ósea.

Creación y resorción ósea

En adultos sanos, la relación entre la creación y la resorción de los huesos está más o menos en equilibrio. Unas células especiales de los huesos son las responsables de este equilibrio: los denominados osteoblastos y osteoclastos. Los osteoblastos forman la estructura del hueso, mientras que los osteoclastos se encargan de su degradación.

El calcio es un componente importante de los huesos y es esencial para su construcción, hecho que lo convierte en un mineral indispensable en cualquier dieta.