Elegir un colchón adecuado es algo fundamental para garantizar un buen descanso. Lograr un sueño placentero y reparador es algo difícil para muchos y sin duda disponer de un buen colchón que se adapte a tus necesidades será uno de los primeros pasos para lograrlo. En la entrada de hoy, aprovechamos la fecha del Día Mundial del Sueño para ofreceros algunos consejos e indicaciones para que sepáis que colchón es el más conveniente para cada caso.
Población y trastornos del sueño
Los trastornos del sueño afectan a la calidad de vida de hasta el 45% de la población mundial y son más de 4 millones de personas las que padecen algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave.
Aun y con esas elevadas cifras, menos de un tercio de aquellos que padecen algún trastorno de sueño solicita ayuda a un profesional.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) más de un 10% de la población española padece algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave y más de un 30% de la población española se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o terminan el día muy fatigado.
Existen diversos tipos de trastornos que afectan al sueño, el insomnio, las parasomnias, la apnea de sueño, la narcolepsia y la hipersomnia son las más habituales entre la población española siendo el insomnio el más frecuente de ellos afectando a un 25-35% de la población de forma transitoria y un 10-15% de forma crónica.
Las personas que no duermen lo necesario o padecen algún tipo de trastorno del sueño, también tienen mayor predisposición a padecer enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, depresión y obesidad, además de tener una mayor mortalidad y menor calidad de vida y productividad.
Además de esto, la falta de sueño también está estrechamente relacionada con gran variedad de trastornos físicos, mentales y de comportamiento. Las más comunes de estas afecciones son la depresión, ansiedad y los problemas psicológicos o emocionales.
Un descanso adecuado es esencial para un correcto funcionamiento de nuestro organismo. Existen 3 elementos clave para dormir bien, la duración debe ser la suficiente para que nos levantemos descansados y nos permita estar alerta durante el día y para ello, un adulto de edad media necesitará de 7 a 9h al día. El siguiente elemento clave será la continuidad, deberíamos dormir del tirón para que las horas de sueño sean efectivas. Y finalmente, la profundidad del sueño también ha de ser suficiente para que sea restaurador.
Por la noche se produce la regeneración de los tejidos, tanto cerebral como físicos. Si no se descansa adecuadamente no habrá una recuperación correcta y eso afectará directamente al rendimiento, tanto físico como intelectual.
Puntos clave para elegir colchón
Existen unos aspectos fundamentales a tener en cuenta a la hora de elegir o cambiar el colchón. Partimos de la base de que el colchón ideal, será aquel que mantiene nuestra columna vertebral en la misma posición que cuando estamos de pie durante nuestras horas de sueño. Para ello, no solo debemos prestar atención al material en qué está hecho el colchón ni a la firmeza del mismo sino también a nuestros hábitos durante el descanso.
El primer punto a tener en cuenta será si dormimos solos o acompañados ya que si compartimos nuestra cama con alguien, la distribución del peso a soportar será diferente y tendremos que valorarlo de la misma manera que habrá que considerar una firmeza mayor cuando pesamos de más para así evitar hundirnos y que nuestras articulaciones se dañen.
Por otro lado, la posición a la hora de dormir también será un punto importante ya que las posiciones mantenidas durante mucho tiempo, y más conforme aumentamos de edad, nos perjudican. No solo será importante valorar si dormimos de lado, boca abajo o en decúbito supino sino también si nos movemos mucho durante el descanso.
La importancia de un buen colchón
Del total de 24h que tiene un día, se recomienda dormir entre 6-8h como mínimo, lo que representa 1/3 del total del día. Teniendo en cuenta esto, invertir en el colchón donde dormimos para que cumpla unas características adecuadas a nuestros hábitos de descanso y a las dolencias que padecemos no parece algo tan descabellado.
Es imposible hacer una regla general para ello ya que cada cuerpo es distinto y igual pasa con nuestros hábitos y afecciones. Lo habitual sería recomendar un colchón de firmeza media ya que si elegimos un colchón demasiado duro, éste no se va a adaptar a nuestro cuerpo y el peso no se distribuirá adecuadamente causando presión en algunos puntos pudiendo llegar a ser algo perjudicial para nuestra salud, por otro lado, un colchón demasiado blando hará que nos hundamos y la curvatura de nuestra columna se verá alterada. Teniendo en cuenta los puntos mencionados anteriormente, elegir la firmeza de nuestro colchón no debería ser una tan árdua tarea.
El material del colchón también será un aspecto a valorar ya que el clima de tu ciudad también puede afectar a la hora de tu descanso ya que si pasas frío o calor tampoco tendrás un sueño de calidad. Si sueles pasar calor, el mejor colchón es uno con muelles, ya que es más fresco y ventila mejor. En cambio, si sueles pasar frío, lo más recomendable son los colchones de espuma, látex o viscoelásticos, ya que mantienen mucho mejor el calor.
También habrá que tener en cuenta nuestro estado de salud ya que en casos de asma o alergias por ejemplo un colchón de espuma o de látex, con una funda lavable, sería el más adecuado.
No debemos olvidar que en casos muy delicados, podemos también consultar cuál es nuestra mejor opción con nuestro doctor o el especialista y que también existen colchones terapeúticos para evitar escaras o articulados para poder adaptar nuestro descanso a necesidades más concretas y especiales.
