AndulaciónPatologíasEspolón calcáneo: Causas y tratamiento

25/04/20240

Una de las causas más frecuentes de dolor en el talón es el espolón calcáneo, una protuberancia ósea que se forma en la parte inferior del hueso del talón y que puede afectar a personas de cualquier edad. Se estima que afecta a entre el 7% y el 10% de la población.

¿Qué es un espolón calcáneo?

El espolón calcáneo es un crecimiento óseo que se forma en la parte inferior del hueso del talón, al que llamamos calcáneo. Se produce cuando la fascia plantar, que va desde el talón hasta los dedos del pie, se inflama y se tensa. Esta tensión puede provocar pequeñas roturas en la fascia plantar, lo que a su vez estimula el crecimiento de hueso nuevo en forma de espolón.

Factores de riesgo o causas más comunes

Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de que se genere un espolón calcáneo, entre ellos:

  • Pie plano o cavo: Las personas con pie plano o cavo tienen una mayor presión en la fascia plantar, lo que las hace más propensas a desarrollar espolones calcáneos.
  • Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso ejerce una mayor presión sobre los pies, lo que puede aumentar el riesgo de espolones calcáneos.
  • Actividad física intensa: Los corredores y otros atletas que practican deportes de impacto tienen un mayor riesgo de desarrollar espolones calcáneos.
  • Calzado inadecuado: El uso de zapatos que no se ajustan bien o que no brindan suficiente soporte puede aumentar el riesgo de espolones calcáneos.

Síntomas

El síntoma principal del espolón calcáneo es el dolor en el talón, que se caracteriza porque suele ser más intenso por la mañana al levantarse de la cama o después de largos periodos de inactividad. El dolor también puede empeorar al caminar o correr. Otros síntomas pueden incluir:

  • Inflamación y rigidez
  • Dolor en la planta del pie
  • Sensibilidad al tacto

Prevención

Existen medidas que tomar para prevenir el desarrollo de espolones calcáneos, como :

  • Evitar factores de riesgo: Mantener un peso saludable, utilizar un calzado adecuado, evitar deportes de impacto sin tomar precauciones adecuadas…
  • Realizar estiramientos y ejercicios de fortalecimiento: Los estiramientos y ejercicios de fortalecimiento pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y el soporte de la fascia plantar, lo que puede reducir el riesgo de espolones calcáneos.
  • Utilizar plantillas ortopédicas: Si tienes pie plano o cavo, tu podólogo puede recomendarte utilizar plantillas ortopédicas para ayudar a distribuir la presión de manera uniforme en el pie y reducir el riesgo de espolones calcáneos.

Tratamiento

El tratamiento del espolón calcáneo suele ser conservador e incluye las siguientes medidas:

  • Reposo: Es importante evitar las actividades que causen dolor, como correr o caminar largas distancias.
  • Hielo: Aplicar hielo en la zona del espolón calcáneo durante 15-20 minutos varias veces al día puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
  • Fármacos: Algunos analgésicos, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ayudar a aliviar el dolor. Te recomendamos que lo consultes antes con el especialista para no automedicarte sin saber antes la causa.
  • Ejercicio: Una vez que el dolor haya disminuido, puedes comenzar a realizar estiramientos y ejercicios de fortalecimiento de la musculatura para mejorar la flexibilidad y el soporte de la fascia plantar.
  • Ortopedia: En algunos casos, tu podólogo puede recetarte plantillas ortopédicas o taloneras para ayudar a reducir la presión sobre la fascia plantar y el espolón calcáneo.

En caso de que el tratamiento conservador no dé resultados, es posible que el especialista valore otro tipo de tratamientos como los inyectables, ondas de choque o incluso cirugia como último recurso.

Andulación y espolón calcáneo

La terapia de Andulación puede ser un método beneficioso para el tratamiento de un espolón calcáneo. Entre los principales beneficios destacamos:

  • Alivio del dolor.
  • Reducción de la inflamación: reducir la inflamación en la fascia plantar, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y la rigidez.
  • Mejora de la movilidad: mejorar la movilidad del pie y el tobillo, lo que puede facilitar la realización de actividades cotidianas.
  • Agilizar la curación: ayudar a acelerar la curación de la fascia plantar, lo que puede reducir el tiempo de recuperación.
Que no te frene el dolor, busca una alternativa para seguir andando.

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