¿Alguna vez has oído hablar del síndrome de las piernas cansadas? Este síndrome se caracteriza por la pesadez de las extremidades inferiores al intentar moverlas, al caminar o simplemente al mantenerse de pie, se ven intensificadas en las épocas de más calor y cuando hay bajadas de presión. Esta afección puede ser causada por una insuficiencia venosa en las extremidades inferiores y requiere de una correcta evaluación médica.
¿Qué es el síndrome de las piernas cansadas?
La sensación de pesadez en las piernas no implica la existencia de una patología concreta, pero se recomienda que sea correctamente evaluada por un profesional ya que puede ser debida a una afección circulatoria donde existe una insuficiencia venosa.
La función de las venas en el sistema circulatorio es la de recoger la sangre de todo el cuerpo para llevarla de nuevo al corazón para que ésta se oxigene y salga a través de las arterias a irrigar todos los tejidos.
En el caso de la circulación de las piernas, son los músculos de la zona los encargados de actuar como bomba presionando las venas para que la sangre circule contra gravedad y haga su correcto retorno venoso al corazón. Cuando el retorno venoso es insuficiente por un fallo en este sistema que nuestro organismo tiene para bombear la sangre, ésta se estanca en la zona y se dilata la vena filtrando líquidos a los tejidos y produciendo sensación de pesadez e hinchazón, esta sensación se conoce como síndrome de las piernas cansadas.
Factores de riesgo
En aquellos casos en que la insuficiencia venosa es crónica y el hecho de que las paredes de los vasos estén sometidos a una tensión excesiva y la pared venosa es casa vez menos elástica y con menor contención aparecen las llamadas varices, conocidas también como insuficiencia venosa crónica. Existen diversos factores de riesgo a que esto ocurra, entre ellos:
Factor genético o hereditario: Es el factor predisponente más importante, en este caso, se transmite de generación en generación los problemas estructurales de los vasos sanguíneos y se acaban desarrollando problemas circulatorios.
Sexo: Se estima que hay 1 hombre por cada 4-6 mujeres con este problema, posiblemente sea causa de algún factor hormonal que se desconoce y que hace que las mujeres se vean más afectadas por esta patología.
Edad: Conforme avanza nuestra edad, existe mayor posibilidad de desarrollar insuficiencia venosa o que ésta se vea más agravada al igual que cumplimos años y nos vamos ‘’desgastando’’ las venas también pierden su elasticidad y propiedades que nos evitan padecer este síndrome.
Embarazo: Durante el embarazo, debido a una situación fisiológica el retorno venoso se dificulta sobre todo a partir de 3er trimestre que el tamaño del feto dentro del útero materno comprime la vena cava dificultando aún más el retorno venoso. Además, durante el embarazo se doblan los niveles de progesterona y con ello disminuye el tono de las venas.
Postura: el hecho de estar durante largos periodos de tiempo parado ya sea sentado como de pie dificulta el retorno venoso. Como ya hemos comentado, la musculatura actúa como bomba para que el retorno venoso sea adecuado, por esta razón estas posiciones a contra gravedad y sin actividad muscular dificulta el retorno.
Sedentarismo: Por la misma razón, la falta de actividad física o movimiento dificulta el retorno venoso.
Síntomas
Los síntomas más comunes del síndrome de las piernas cansadas son un dolor más o menos intenso en las piernas, sobre todo localizado en la parte baja y las pantorrillas acompañado habitualmente de sensación de pesadez, calambres, hormigueos y picor. Debemos prestar especial importancia a:
Fatiga y sensación de pesadez:
Se debe a la acumulación de sangre en el sistema venoso más superficial y varia en función de la persona. Puede describirse como un entumecimiento o como una sensación similar a la de las agujetas.
Edemas:
Los edemas son fáciles de detectar, normalmente se localizan visiblemente en la zona de los tobillos como una inflamación que tiene origen en el cúmulo de sangre dentro de las venas dilatadas.
Otras complicaciones:
Si no tratamos a tiempo la insuficiencia venosa, puede pasar de ser una afección temporal para avanzar hasta convertirse en una insuficiencia venosa compensada (edemas) o incluso crónica (varices).
Prevención
Algunos especialistas recomiendan tratar la insuficiencia venosa como parte fundamental de su prevención evitando los posibles factores de riesgo que puedan modificarse como la obesidad, evitando las posiciones estáticas mantenidas y la exposición directa al sol.
Otros factores de riesgo evitables a comentar incluyen los problemas de tránsito intestinal como el estreñimiento puesto que ejerce un aumento de la presión abdominal que dificulta el retorno, utilizar ropa demasiado ajustado que ejerza presión y dificulte el bombeo y algunas terapias hormonales.
Desde iXalud os proponemos 8 consejos que serán grandes aliados para combatir esta patología:
Tratamiento
En primera instancia, aunque resulte paradójico, el dolor e hinchazón generalmente empeoran al estar de pie o en movimiento y mejoran cuando estamos parados o sentados, pero precisamente para mejorar la sintomatología es necesario evitar aquello que en principio nos resulta un alivio puesto que como ya hemos comentado anteriormente el sedentarismo es un factor de riesgo. Las primeras indicaciones para mejorar estos síntomas serán pues ejercitar de forma suave las piernas, ya sea dando un paseo y realizando algún ejercicio suave ya que esto nos ayudará a activar la musculatura y que ésta ayude a bombear los líquidos de nuevo al corazón y mejorar la retención existente.
También se recomienda utilizar medias compresivas o de descanso para facilitar la disminución de la hinchazón de la zona afectada y mejorar la funcionalidad del retorno venoso. Es importante elegir la compresión, talla y modelo adecuados, ya que será distinto para cada paciente, por lo que es esencial que las recomiende siempre un profesional sanitario.
También cabe la posibilidad que nuestro médico nos prescriba un tratamiento farmacológico para la mejora de la circulación o en casos más severos sea necesario recurrir a una cirugía vascular que será la última opción siempre que no haya funcionado otra cosa.
Andulación y síndrome de las piernas cansadas
Gracias a los 3 principios básicos con los que actúa, la Andulación es un tratamiento eficaz para el síndrome de las piernas cansadas desde la primera sesión de tratamiento. Partiendo de una posición ergonómica en decúbito supino (tumbado boca arriba) con las piernas ligeramente elevadas (por encima del corazón) no solo favorecemos el retorno venoso, sino que además la zona lumbar se corrige para evitar cualquier tensión que pueda existir.
A esta posición más que idónea para el tratamiento se le unen unas vibraciones mecánicas que ayudarán a bombear y conducir el riego sanguíneo de vuelta al corazón evitando que se acumule la sangre en las venas.
Además de activar el sistema circulatorio, actúa también como un estimulador del sistema linfático ayudándonos no solo a eliminar toxinas sino también los resultados de los procesos metabólicos y ayudándonos a fortalecer las defensas del cuerpo.
Finalmente, también dispone de un programa de reflexología podal que será de gran utilidad para activar y vasodilatar de forma indirecta a la zona a tratar todo el riego sanguíneo para dotar de oxígeno y los nutrientes necesarios las piernas desde su extremo más distal, el pie.