El dolor es una señal de alerta que nos indica que algo no va bien en nuestro cuerpo. Sin embargo, en ocasiones, este dolor puede persistir más allá del tiempo normal de curación o presentarse sin una causa aparente entonces, es posible que se trate de dolor neuropático, un tipo de dolor complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es el dolor neuropático y quién lo padece?
El dolor neuropático se define como un dolor que surge como consecuencia de una lesión o enfermedad que afecta al sistema nervioso. Se diferencia del dolor nociceptivo, que es el tipo de dolor más común y que se produce por la activación de los receptores del dolor en respuesta a una lesión o inflamación.
El dolor neuropático puede afectar a personas de cualquier edad, aunque hay mayor incidencia en adultos mayores. Se estima que entre el 7% y el 10% de la población mundial lo padece en alguna de sus formas. Se trata de una forma de dolor que puede ser aguda o crónica. En algunos casos, puede desaparecer por sí solo en cuestión de semanas o meses, sin embargo, en muchos casos, el dolor neuropático se vuelve crónico y puede durar meses o incluso años.
La probabilidad de que el dolor neuropático se vuelva crónico depende de varios factores, como la causa del dolor, la gravedad de la lesión o enfermedad que lo origina y el tratamiento recibido.
Síntomas
Los síntomas del dolor neuropático pueden variar de una persona a otra, dependiendo de la causa que lo origina. Algunos de los más comunes incluyen:
- Dolor punzante, o sensación de quemazón o descarga eléctrica.
- Hormigueo, entumecimiento o sensibilidad al tacto.
- Calambres o espamos musculares.
- En la mayoría de los casos, se trata de un dolor que no desaparece en reposo y suele empeorar en la noche.
- Alodinia: dolor ante estímulos que normalmente no son dolorosos.
- Hiperalgesia: aumento de la sensibilidad al dolor.
Causas
Las causas del dolor neuropático pueden ser diversas, y se pueden dividir en 4 grupos, causadas por enfermedades, traumatismos o lesiones, infecciones o por reacciones farmacológicas.
Enfermedades: diabetes, herpes zóster, neuropatía diabética, esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular, lesión de la médula espinal, síndrome del túnel carpiano.
Traumatismos: lesiones por compresión, accidentes de tráfico, caídas.
Infecciones: VIH/SIDA, enfermedad de Lyme.
Fármacos: algunos medicamentos utilizados para el tratamiento del cáncer, la quimioterapia, antidepresivos tricíclicos.
En algunos casos, el dolor neuropático se puede llegar a cronificar, algunos de los ejemplos más comunes:
- Neuropatía diabética: Es el tipo más común de dolor neuropático. Afecta a aproximadamente el 30% de las personas con diabetes.
- Neuralgia postherpética: Es un tipo de dolor neuropático que se produce después de una infección por herpes zóster.
- Dolor por lesión de la médula espinal: El dolor neuropático es un síntoma común de la lesión de la médula espinal.
Tratamiento
El tratamiento del dolor neuropático dependerá de la causa y de la intensidad del dolor. Por lo general, se utilizan dos tipos de tratamiento:
- Tratamiento farmacológico: incluye analgésicos, antidepresivos, anticonvulsivantes y opioides.
- Tratamiento no farmacológico: fisioterapia, terapia ocupacional, terapia cognitivo-conductual, estimulación nerviosa transcutánea (TENS), acupuntura y otras terapias alternativas.
Además se aconsejará al paciente:
- Realizar ejercicio con regularidad. El ejercicio puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la función física.
- Mantener un peso saludable. El sobrepeso puede empeorar el dolor neuropático.
- Dormir lo suficiente. Los trastornos del sueño pueden aumentar el dolor.
- Aprender técnicas de manejo del estrés. El estrés puede empeorar los síntomas.
- Considerar la posibilidad de utilizar terapias alternativas. Algunas terapias alternativas, como la acupuntura, andulación o los masajes, pueden ayudar a reducir el dolor.
Andulación en el tratamiento del dolor neuropático
La andulación es una técnica terapéutica que utiliza vibraciones mecánicas y termoterapia mediante infrarrojos de onda corta para estimular el cuerpo. Se ha demostrado que la andulación puede ser eficaz para reducir el dolor neuropático, mejorar la calidad del sueño y aumentar la movilidad. Además, la andulación también se puede aplicar de forma segura y eficaz de forma domiciliaria.
