Día mundial dePatologíasDía mundial del Lupus

10/05/20230

Hoy celebramos el día mundial del Lupus, patología que afecta a más de 5 millones de personas en el mundo y a cerca de 75.000 en España, todas estas personas afectadas, luchan día a día contra las consecuencias de esta patología que se caracteriza por la afectación de los tejidos provocando daño e inflamación. Puede afectar a las articulaciones, piel y los órganos vitales.

¿Qué es el lupus? 

El lupus es una enfermedad autoinmune por la que a día de hoy no existe cura. No se conoce la causa exacta de esta afección, aunque existen estudios que apuntan a factores ambientales y/o hormonales como la exposición prolongada a rayos UVA o el estrés. Cada paciente puede experimentar síntomas diferentes ya que se trata de una condición por la cual nuestro sistema inmune empieza a atacarse a sí mismo creando un exceso de anticuerpos en nuestro riego sanguíneo que causa inflamación y daña a los tejidos, sobre todo a las articulaciones, músculos y otros órganos. 

Esta enfermedad puede tener distintos detonantes y sus síntomas son tan diversos que pueden llegar a imitar otras enfermedades como la Artritis Reumatoide o la Esclerosis Múltiple.   

Tipos de Lupus 

Habitualmente, se distingue entre dos tipos de Lupus, el discoide y el sistémico. No obstante, podemos clasificar esta patología en más grupos dependiendo de su sintomatología o detonante. 

  • Lupus eritematoso sistémico: Es el más común. Puede ser leve o grave, y puede afectar a muchas partes del cuerpo 
  • Lupus discoide: Provoca una erupción en la piel que no desaparece 
  • Lupus cutáneo subagudo: Provoca ampollas después de estar al sol 
  • Lupus inducido por medicamentos: Es causado por ciertas medicinas. Por lo general, desaparece cuando se deja de tomar el fármaco que lo causa. 
  • Lupus neonatal: No es común y afecta a recién nacidos. Esto ocurre cuando el recién nacido hereda  ciertos anticuerpos de la madre con Lupus. 

Síntomas del Lupus 

La sintomatología del Lupus es muy diversa que cambia dependiendo de cada persona. Además, los síntomas pueden aparecer y desaparecer, a lo que llamamos «brotes«. Los brotes pueden ser leves o severos, y nuevos síntomas pueden aparecer en cualquier momento. Los síntomas más comunes son el dolor muscular o articular y la fatiga extrema o debilidad. Otros síntomas comunes de esta afección son: 

  • Síntomas comunes:  
    • Fatiga (sensación frecuente de cansancio) 
    • Dolor o hinchazón de articulaciones 
    • Dolor muscular
    • Hinchazón de manos, pies o alrededor de los ojos 
    • Dolores de cabeza 
    • Fiebre baja 
    • Sensibilidad a la luz del sol o a la luz fluorescente 
    • Dolor de pecho al respirar profundo 
  • Problemas en la sangre o los vasos sanguíneos:  
    • Coágulos sanguíneos 
    • Baja cantidad de glóbulos rojos (anemia) 
    • Coloración blanca o azulada de los dedos de manos y pies y sensación de adormecimiento cuando se expone al frío.
  • Problemas de la piel o el cabello:  
    • Sarpullido en forma de mariposa en las mejillas y la nariz 
    • Pérdida de cabello 
    • Llagas en la boca o nariz 

En algunos casos más extremos, el Lupus puede generar infecciones, ataques cardíacos o derrames cerebrales. 

Desencadenantes del Lupus 

Existen diversas situaciones que pueden dar lugar a desencadenar la patología entre ellas las más comunes serian: 

  • En la pubertad o durante la menopausia (Fuertes cambios hormonales) 
  • Al dar a luz 
  • Tras padecer una infección vírica 
  • Con la exposición solar 
  • Resultado de un trauma 
  • Tras un tratamiento prolongado con determinados fármacos 

Además de estas situaciones, también es posible que tenga lugar en personas con antecedentes familiares de otras enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide. 

¿Cómo se diagnostica? 

Para diagnosticar esta patología, el equipo médico deberá realizar una evaluación de los síntomas, realizar un examen físico adecuado y las pruebas de laboratorio y diagnóstico por imagen necesarias para certificar las sospechas. 

No debemos olvidar que su diagnóstico puede complicarse debido a la amplitud de síntomas que además pueden confundirse con otras patologías, por esta razón, en muchas ocasiones se derivará al reumatólogo para confirmar el diagnóstico. 

Aunque se trata de una patología que puede afectar a personas de todas las edades, las mujeres en edad reproductiva suelen ser las más afectadas. 

Tratamiento 

En la mayoría de los casos, el Lupus requiere de un equipo multidisciplinar para abordar el tratamiento dada la cantidad de órganos que pueden verse afectados. 

En cuanto al tratamiento farmacológico: 

Antiinflamatorios. Alivian el dolor de la inflamación articular y pueden suprimir otros síntomas leves, como los dolores musculares y algunas pleuritis o pericarditis. 

Corticoides. Se trata de los medicamentos más importantes para controlar muchos de los síntomas que aparecen en el lupus. Prácticamente todas las complicaciones de esta enfermedad son susceptibles de ser tratadas con éxito con los corticoides.  

Antipalúdicos. Estos medicamentos se utilizan para el tratamiento de la inflamación articular, de algunas lesiones de la piel y para cuando existen síntomas pleurales y pericárdicos. 

Inmunosupresores. Los más utilizados son la azatioprina y la ciclofosfamida. Estos se usan únicamente cuando hay complicaciones importantes de la enfermedad, especialmente en el riñón. 

Fármacos biológicos: Se usan con el objetivo es controlar la actividad de la enfermedad desactivando esa producción de anticuerpo. 

Otros fármacos: al tratarse de una enfermedad que puede afectar a cualquier órgano, muchas veces habrá que recurrir a medicamentos dirigidos a tratar esas complicaciones. Por ello, es posible que el enfermo con lupus tenga que tomar fármacos para la tensión arterial, para mejorar la circulación sanguínea… 

Respecto a tratamientos no farmacológicos: 

Desde un punto de vista general, el paciente podrá llevar una vida normal en cuanto a los entornos familiar, social y laboral se refiere. Se aconsejará realizar actividad física moderada con la finalidad de prevenir la debilidad muscular y se recomendará alternar las actividades habituales con periodos de descanso en los casos en los que haya que lidiar con fatiga. 

La dieta de los pacientes de Lupus tendrá que ser equilibrada con alimentos con bajo contenido en grasa, sal y azúcar y alto contenido de fibra. Además, aquellos pacientes que estén tomando corticoides deberán limitar el consumo de azúcar, grasa y sal. Si existe afectación renal o hipertensión arterial habrá que evitar los alimentos salados. 

Además de todo esto, la fisioterapia o algunos tratamientos como la Andulación, serán de utilidad para reducir el dolor, el edema y la inflamación durante los episodios de brotes. 

Visibilizar y educar es la clave para luchar juntos contra el Lupus.

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