En el día de hoy, celebramos el Día Mundial del Lupus, y con ello, aprovechamos para visibilizar y concienciar sobre esta enfermedad autoinmune crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Desde IXalud, queremos unirnos a esta jornada ofreciendo información de utilidad sobre cómo el lupus impacta la vida diaria y qué herramientas y terapias pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.
¿Qué es el lupus?
El lupus, es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca de forma errónea tejidos y órganos sanos. En condiciones de funcionamiento normales, el sistema produce anticuerpos para proteger al cuerpo de sustancias extrañas como virus y bacterias. Sin embargo, en aquellos que padecen esta afección, su sistema inmunitario produce autoanticuerpos que reaccionan contra el propio cuerpo, como a las células sanguíneas, el ADN, las articulaciones, la piel, los riñones, el corazón, los pulmones y el cerebro.
Es importante remarcar que el lupus es una enfermedad heterogénea, lo que significa que puede manifestarse de muchas maneras diferentes, no todas las personas con lupus experimentan los mismos síntomas ni la misma evolución de la enfermedad.
Afecta a alrededor de 5 millones de personas en el mundo, puede afectar a personas de cualquier edad, con mayor frecuencia mujeres entre 15 y 45 años.
Tipos de Lupus
Habitualmente, se distingue entre dos tipos de Lupus, el discoide y el sistémico. No obstante, podemos clasificar esta patología en más grupos dependiendo de su sintomatología o detonante.
- Lupus eritematoso sistémico: Es el más común. Puede ser leve o grave, y puede afectar a muchas partes del cuerpo
- Lupus discoide: Provoca una erupción en la piel que no desaparece
- Lupus cutáneo subagudo: Provoca ampollas después de estar al sol
- Lupus inducido por medicamentos: Es causado por ciertas medicinas. Por lo general, desaparece cuando se deja de tomar el fármaco que lo causa.
- Lupus neonatal: No es común y afecta a recién nacidos. Esto ocurre cuando el recién nacido hereda ciertos anticuerpos de la madre con Lupus.
Síntomas y causas
Los síntomas del lupus pueden variar significativamente entre pacientes, además, pueden aparecer y desaparecer en lo que llamamos »brotes» que pueden ser leves o severos, y nuevos síntomas pueden aparecer en cualquier momento. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga extrema: Una sensación de cansancio persistente que no mejora con el descanso.
- Dolor e inflamación: Aunque puede afectar a cualquier articulación, las mas comunes son las de manos, muñecas, pies y rodillas, y puede afectar a ambos lados del cuerpo.
- Erupción cutánea: La erupción en forma de «alas de mariposa» sobre la nariz y las mejillas es uno de los signos mas característicos de esta afección, aunque también pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo.
- Fotosensibilidad: La exposición al sol puede desencadenar o empeorar erupciones cutáneas y otros síntomas.
- Fiebre: Fiebre que aparece sin una causa aparente.
- Problemas renales: Puede afectar los riñones, lo que puede llevar a hinchazón, cambios al orinar y otros problemas.
- Afectación neurológica: Puede causar dolores de cabeza, de memoria, confusión e incluso convulsiones.
- Problemas hematológicos: Anemia, debida a la disminución de glóbulos blancos o plaquetas.
- Dolores torácicos: Pueden ser causados por inflamación de la pleura (la membrana que recubre los pulmones) o el pericardio (la membrana que rodea el corazón).
La causa exacta del lupus todavía se desconoce, pero se apuesta que es debe al resultado de una combinación compleja de factores genéticos, hormonales y ambientales. Se sabe que es más común en mujeres en edad fértil, lo que sugiere un posible papel de las hormonas. También se han identificado ciertos genes que pueden aumentar la susceptibilidad al lupus, aunque la presencia de estos genes no significa necesariamente que una persona desarrollará la enfermedad. Factores ambientales como la exposición a la luz ultravioleta, ciertas infecciones y algunos medicamentos también podrían desencadenar el lupus en personas que presentan una predisposición genética.
Prevención
Aunque no existe una forma segura de prevenir el lupus, conocer los factores de riesgo y adoptar algunos hábitos puede ayudar a minimizar los brotes y mejorar la calidad de vida, algunas de estas indicaciones incluyen:
Protegerse del sol: Evitar la exposición prolongada al sol y utilizar protector solar de amplio espectro con un alto factor de protección (SPF) incluso en días nublados es algo muy importante para prevenir brotes cutáneos y otros síntomas.
Evitar ciertos medicamentos: Algunos medicamentos pueden desencadenar o empeorar los síntomas del lupus. Es importante informar al médico sobre todos los medicamentos y suplementos que se están tomando.
Evitar fumar: Fumar puede empeorar los síntomas del lupus y aumentar el riesgo de complicaciones.
Controlar el estrés: El estrés puede desencadenar brotes de lupus. Practicar técnicas de relajación como el yoga, la meditación o la respiración profunda puede ser beneficioso.
Seguir una dieta saludable: Una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras y cereales integrales puede ayudar a mantener la salud en general y ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación.
Ejercicio regular: La actividad física moderada puede ayudar a mantener la fuerza muscular, reducir la fatiga y mejorar el estado de ánimo.
Tratamiento
El tratamiento del lupus se centra en controlar los síntomas, prevenir los brotes, minimizar el daño a los órganos y mejorar la calidad de vida del paciente. El enfoque terapéutico debe ser individualizado y dependerá de la gravedad de la enfermedad y de los órganos afectados. El tratamiento generalmente se basa en una combinación de medicamentos, cambios en el estilo de vida y terapias complementarias.
Medicamentos: Los medicamentos más comunes para el lupus incluyen antiinflamatorios no esteroides (AINE), hidroxicloroquina, corticosteroides, inmunosupresores y biológicos. Se utilizan para controlar la inflamación y la actividad del sistema inmunitario.
Fisioterapia: La fisioterapia tiene un papel fundamental en el tratamiento del lupus, ayudando a aliviar el dolor articular y muscular, mejorar la movilidad, mantener la fuerza y reducir la fatiga.
Terapia ocupacional: Puede ayudar a las personas con lupus a adaptar sus actividades diarias para reducir el estrés en las articulaciones y facilitar la realización de tareas.
Otras terapias complementarias:
Algunos tratamientos como la Andulación, presoterapia o magnetoterapia serán de utilidad para reducir el dolor, el edema y la inflamación durante los episodios de brotes.
La andulación puede ayudar a aliviar el dolor muscular y articular, reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y linfática, y promover la relajación. Su efecto analgésico y antiinflamatorio podría ser beneficioso para paliar los síntomas musculoesqueléticos del lupus y mejorar la calidad del sueño, un aspecto a menudo afectado en estos pacientes.
La presoterapia es una técnica que aplica presión de aire controlada en diferentes partes del cuerpo para mejorar la circulación venosa y linfática. Puede ser útil para reducir la hinchazón y la sensación de pesadez en las extremidades.
La magnetoterapia utiliza campos magnéticos pulsados para estimular la regeneración celular y reducir el dolor y la inflamación. Podría ser un complemento para aliviar el dolor articular y mejorar la función corporal.