¿Sabías que los expertos determinan que un adulto cambia de postura mientras duerme entre 3 y 36 veces? Un sueño saludable va estrechamente relacionado con las posiciones que adoptamos para dormir. En esta entrada, vamos a hablar de la importancia de estas posiciones que adaptamos.
¿En que nos afecta una mala postura durante el descanso?
La posición que adoptamos durante las horas de sueño determina la calidad del descanso, para disfrutar de un sueño saludable y que el cuerpo pueda recuperarse del estrés y las tensiones acumuladas a lo largo del día, además de prevenir la aparición de dolencias.
Según los expertos, los adultos cambian de postura al dormir entre 3 y 36 veces. A esto le influye el nivel de cansancio, que las condiciones de luz y ruido sean estimulantes durante el sueño, la temperatura de la habitación, la ergonomía del colchón y las almohadas.
Una mala posición durante las horas de sueño no solo puede dar lugar a despertarse durante el descanso afectando a su calidad y empeorando nuestras capacidades al día siguiente. Como hemos comentado en entradas anteriores, el sueño tiene distintas fases y todas son necesarias para que este sea reparador. Si nos despertamos con frecuencia y tardamos en conciliar de nuevo causará diferentes trastornos que repercutirán en nuestras capacidades cognitivas y en la vitalidad por la mañana al levantarnos.
Sueño y calidad de sueño
El sueño es un estado fisiológico de reposo profundo que permite que el organismo se relaje y repare, es esencial para una estabilidad física y mental. Un descanso y sueño adecuados por lo tanto son tan importantes para la salud como una buena nutrición o ejercicio adecuado. La cantidad y la calidad del sueño son factores que pueden estar estrechamente relacionados con una alteración en la función cognitiva, psicológica, inmunológica y/o metabólica. Una mala calidad del sueño, puede llevar a trastornos del sueño, y tener como consecuencia diversas enfermedades y afectar a diversos sistemas.
El proceso del sueño se regula gracias a determinados neurotransmisores y se modifica con la edad. Mientras dormimos además se repiten varios ciclos de sueño que constan de 5 fases cada uno de ellos, la última, es la llamada fase REM, durante la cual aumenta la actividad cerebral, se producen movimientos rápidos en los ojos, se paralizan los músculos, aumenta la tensión y las frecuencias cardíaca y respiratoria. Es en esta fase en la cuál se restauran las capacidades cognitivas y se inician los mecanismos de reparación física. En las 4 fases restantes, previas a la fase REM, la mayoría de funciones fisiológicas se reducen y aparecen movimientos corporales involuntarios.
Las distintas fases del sueño lo ayudan a:
- Sentirse descansado y con energía al día siguiente
- Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos
- Descansar el corazón y el sistema vascular
- Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer. También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos
- Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad
- Evitar enfermarse o a mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones)
¿Qué debo tener en cuenta para mejorar la calidad de mi descanso?
Lo ideal para un descanso optimo también incluirá encontrar un colchón de firmeza adecuada para que el cuerpo quede bien alineado durante las horas de sueño, una almohada que se ajuste a las necesidades y más o menos cantidad de ropa de cama, según la temperatura.
Una vez que tenemos estas condiciones propicias, intentaremos ponernos en la postura que más relajación nos aporte y en la que menos puntos de tensión existan. Evitaremos la exposición a la luz y no realizaremos en la cama tareas que impliquen actividad mental.
Lo importante a la hora de elegir tu posición adecuada para dormir es cuidar que ésta no comprima excesivamente las articulaciones ni los músculos queden en una posición anormalmente acortada o estirada.
¿Qué postura elijo?
Hay muchas formas de colocarse para dormir entre las cuales destacan: boca arriba, boca abajo, del lado izquierdo y del lado derecho. Además de la posición del tronco, colocamos de diferente manera las extremidades. Algunos prefieren dormir con las piernas encogidas, otros las estiran o encogen solo una… Los brazos también pueden variar su posición según la persona, esto muchas veces irá condicionado por la colocación de la almohada.
La mayoría de especialistas recomienda dormir de lado o decúbito lateral. Esta posición evita los dolores cervicales y de espalda, disminuye los ronquidos, mejora la respiración y reduce el reflujo gastroesofágico.
También es recomendable para un buen descanso, la posición fetal y con las piernas ligeramente flexionadas. De esta manera se alivia la tensión lumbar y hay menos posibilidades de sufrir dolencias.
Dormir boca arriba o decúbito supino presenta la ventaja de que la columna descansará relajada y en posición natural, pero sin embargo es una postura para dormir que propicia el ronquido ya que dificulta el paso del aire.
La postura menos recomendada será dormir boca abajo o en decúbito prono, con esta posición, la columna se fuerza a una posición contraria a la natural, esto ejerce una excesiva presión sobre todo el cuerpo especialmente en la zona cervical que involucra músculos, tendones, nervios y huesos.
Andulación y trastornos del sueño
La Andulación es una propuesta de tratamiento eficaz para tratar estos trastornos puesto que la terapia aporta una relajación intensa y duradera que nos facilitará conciliar el sueño y mantenerlo. Además de esto, la activación circulatoria y metabólica que se lleva a cabo durante el tratamiento, actúa como refuerzo positivo a la secreción de endorfinas y de esta forma aumenta los niveles de melatonina que es la hormona relacionada con el sueño y ayuda a disminuir así los estados del insomnio.