Hoy queremos dedicarle unas líneas a la fibromialgia, una enfermedad muy invalidante que en muchos casos ni siquiera llega a diagnosticarse, puede afectar a aquellos que la padecen en muchos ámbitos del día a día y casi nadie logrará comprender por lo que se pasa al padecerla restándole importancia y haciendo que quien la padece se sienta totalmente incomprendido.
La fibromialgia presenta un cuadro de dolor generalizado, impredecible, y que además suele asociarse a la fatiga crónica, la hiperalgesia y la alodinia. Además, presentan cuadros de sintomatología compleja que alteran a los ritmos circadianos y dificulta el sueño.
Se trata de una enfermedad que debida su ausencia de alteraciones estructurales que se puedan interpretar a través de pruebas médicas es una gran incomprendida y en muchos casos incluso negada por los profesionales.
Y por ello, incluso existen estudios indicando la importancia de la empatía hacia aquellos que la padecen.
Cómo diagnosticar la fibromialgia
Inicialmente se creía que la fibromialgia era una enfermedad psicológica ya que aquellos que la padecen indican un dolor generalizado por el cual no se observaba ninguna evidencia que pudiera causarlo, ni inflamación articular ni afectación de la musculatura implicada o algo que pudiese indicar el origen de ese dolor. De esta forma y por descarte, se apuntó que sería psicosomática.
A día de hoy, por fin se reconoce que la fibromialgia provoca una hipersensibilidad en el sistema nervioso central, puede aparecer a cualquier edad y afecta sobretodo a las mujeres. El principal síntoma que provoca es un dolor generalizado que suele ir acompañado de trastornos del estado anímico, de sueño y fatiga.
En el cuerpo existen 18 puntos clave para detectar la fibromialgia, aunque los pacientes sienten ese dolor generalizado, cualquier roce mínimo en uno de los puntos sensibles provocará dolor, y este sería el síntoma clave para poder detectar la patología. Los profesionales, han establecido que si existe dolor un dolor de más de 3 meses consecutivos que además está presente las presionar al menos 11 de los 18 puntos sensibles es muy probable que estemos ante un paciente con fibromialgia.
- Occipitales
- Cervicales
- Trapecios
- Supraespinoso
- Región costocondral de la 2ª costilla
- Epicóndilos externos
- Glúteos
- Trocánteres
- Rodillas
El paciente con fibromialgia
El paciente que padece fibromialgia, al igual que cualquier otro precisa atención, no solo de alguien que escuche lo que les pasa sino también una atención médica que no solo les indique un diagnóstico sino también que sepa interpretarlo y darle una explicación de lo que están pasando para que puedan hacer frente a todos los síntomas incapacitantes con los que están conviviendo y ante los que probablemente muchos se han mantenido escépticos.
Si el paciente recibe una información por parte de su médico y entiende mínimamente su patología, el pronóstico y su evolución siempre serán más positivos, por este motivo, esa debería ser la primera obligación por parte del profesional que, además, tendrá que descartar otras posibles afecciones para que el diagnóstico sea lo más certero posible y evitar patologías relacionadas que aún puedan agravar más la sintomatología.
Tratamiento de la fibromialgia
Lamentablemente, la fibromialgia se considera una patología crónica, en algunas ocasiones la sintomatología puede mejorar y en otra empeorar, pero por desgracia, la enfermedad siempre nos va a acompañar.
El tratamiento es multidisciplinar y en la mayoría de ocasiones se basará en tratar la sintomatología. Se trata de un tratamiento bastante controvertido, ya que casi siempre va a tratarse de un tratamiento farmacológico que a la larga puede tener una repercusión negativa en nuestro organismo. Será de gran importancia también tratar de mantener unos hábitos saludables, realizar de forma constante un mínimo de actividad física y tratar de practicar técnicas de relajación para poder combatir el estrés que la propia patología puede causar.
En estos casos, la Andulación es una técnica de lo más efectiva y a la que muchos pacientes con fibromialgia acuden puesto que nos ayudará a tratar la enfermedad sin tener que recurrir a los fármacos en tan gran cantidad influyendo tanto como tratamiento para la disminución del dolor y la inflamación como para activar la circulación y mejorar nuestro estado anímico y sueño, acompañándonos a una mejora de nuestra calidad de vida.
Preguntas frecuentes del paciente con fibromialgia
¿Aunque el dolor es generalizado, en alguna zona es más presente?
El dolor suele ser de localización difusa y en diversas partes del cuerpo aunque los músculos que más se ejercitan suelen ser los más afectados, pueden ir relacionados con el tipo de trabajo que desempeñamos o las actividades diarias que realizamos, suelen verse más afectadas las lumbares, cervicales, pelvis, manos…
¿Cómo se siente el dolor al padecer fibromialgia?
No existe un tipo de dolor que se pueda generalizar ya que también puede variar, lo más común es que se describa como una pesadez o molestia ya que suele ir acompañado de esa fatiga crónica, no obstante, también se ha descrito como un dolor punzante o de tipo quemazón.
¿El clima o temperatura puede modificar el dolor?
Cierto es que los cambios de clima y temperatura nos afectan, los cambios de presión en el medioambiente pueden hacer mella en nuestro organismo, aún así, es relativo a cada cuerpo, en ocasiones, se refiere una mejoría con las temperaturas cálidas y viceversa, al igual que existen casos en los que no se contempla ningún cambio aparente.
¿Hay factores que puedan agravar la patología?
La fibromialgia es una patología que se ve directamente afectada por los estados anímicos, aquellos que la padecen suelen tener problemas de sueño y también se ven desanimados por el pronóstico de la enfermedad, de esta forma, el estado emocional, depresión e incluso cambios hormonales sobretodo en casos de mujeres parecen influir en la percepción de la sintomatología.
¿Debe tratarme algún especialista?
Normalmente el médico de familia será quien realice el seguimiento, aunque dada la complejidad del diagnóstico de la patología en muchos casos, éste te derivará a algún especialista ya sea el reumatólogo, neurólogo o incluso psicólogo ya que como hemos comentado anteriormente, el tratamiento será multidisciplinar.
