AndulaciónPatologíasTrocanteritis: Síntomas y tratamiento

04/11/20220

La trocanteritis o bursitis trocantérea, es la causa más común de dolor en la zona de la cadera. Aunque no es una afección dificil de diagnosticar, a menudo pasa inadvertida o diagnosticada como una coxalgia inespecifica. Puesto que se trata de una articulación muy importante para nuestro esqueleto ya que sin ella no seriamos capaces de mantenernos en pie o caminar, hoy nos disponemos a dedicar unas líneas a esta dolencia que afecta a entre un 15-20% de la población entre 45 y 65 años.

¿Qué es la trocanteritis?

La trocanteritis o bursitis trocanterea como tal es una inflamación de las bolsas serosas o bursas que se situan en el extremo del fémur formando articulación con la pélvis.

Las bursas son bolsas rellenas de líquido sinovial que encontramos en todas las articulaciones de nuestro cuerpo y actúan de »amortiguador» para evitar el roce entre los tendones y la salientes óseos. Ayudan a que la articulación se deslice y evitan que se dañen los tendones. La cadera es una articulación con diversas bursas que pueden inflamarse. Por lo tanto, cualquier proceso inflamatorio de alguna de las bursas dará como resultado la clínica de bursitis trocantérea.

¿Qué causa la trocanteritis?

Existen diversas causas que pueden dar lugar a una trocanteritis. La mayoría de trocanteritis, tienen origen en algún movimiento repetitivo que se realiza y que acaba causando microtraumatismos en la articulación.

Es una afección muy común entre los deportistas ya que debido a su actividad, realizan un roce excesivo de la región. Existen algunos factores biomecánicos que también hace que sea más fácil desarrollar esta patología. Entre ellos destacan:

Debilidad de la musculatura abductora de la cadera.

Pronación excesiva o una tendencia al pie plano.

Alteraciones de la marcha.

Exceso de deporte de impacto con poco entrenamiento muscular.

Síntomas de la trocanteritis

Los síntomas más comunes de la bursitis de cadera es el dolor localizado en la zona de la afección. Suele ser inicialmente un dolor intenso y agudo, con el tiempo, al igual que otros procesos inflamatorios suele convertirse en una molestia que puede acentuarse al forzar el mecanismo que lo genera, estos movimientos suelen ser, movimientos de abducción y rotación de la cadera como al sentarse, subir escaleras, acuclillarse. También es habitual que aparezca el dolor por las noches, sobre todo, si nos acostamos sobre el lado afectado.

Existen otros signos como:

  • Rigidez articular, que puede ir acompañada de chasquidos o crujidos.
  • Inflamación en la zona afectada.
  • Aumento de la temperatura en la zona inflamada.
  • Dificultad a la hora de caminar. La marcha que realiza un paciente con trocanteritis se conoce como marcha en Trendeleburg.
Marcha en Trendeleburg

Tratamiento 

El objetivo principal en el tratamiento de la trocanteritis consiste en reducir el dolor y la inflamación y para ello, se suele iniciar con un tratamiento conservador donde se combina:

  • Modificación de la actividad: Se suspenderán o modificaran las actividades que provocan o acentúan el dolor hasta que este mejore.
  • Corrección de factores de riesgo: Evitar el sobreuso o mal uso de la articulación, evitar la obesidad y corregir cualquier descompensación en las extremidades inferiores.
  • Ejercicio físico: Realizar un mínimo de actividad física nos ayudará a mantener la funcionalidad articular y fortalecer la musculatura que la rodea.
  • Crioterapia: Durante la fase aguda del proceso inflamatorio se recomendará aplicar frío en la zona en tiempos de entre 10-15min entre 3-5 veces al día.
  • Otras medidas y consejos: Será conveniente utilizar utensilios que nos eviten agacharnos o flexionar de más la cadera. A su vez, para levantarse de una silla, será conveniente echar el tronco hacía adelante, apoyar las manos en el asiento o brazos de la silla si los tiene y erguirse usando las rodillas.
  • Tratamiento farmacológico: mediante analgésicos y antiinflamatorios de acción rápida y otros fármacos de acción lenta para no solo disminuir el dolor sino también disminuir la inflamación.
  • Andulación: Este tratamiento no invasivo supone una mejora significativa de la sintomatología y ayuda en la prevención de su aparición. Gracias a una intensa activación de la circulación, facilitamos la relajación de la musculatura eliminando parte de la carga de la articulación afectada y hace que el dolor disminuya notablemente y disminuya la inflamación, a su vez, estimula al metabolismo en profundidad dotando al organismo de un mayor aporte de nutrientes y oxígeno necesarios.
¡Si buscas nuevos resultados, no hagas siempre lo mismo!

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