La prótesis articular es el implante utilizado para las intervenciones quirúrgicas en las cuales se sustituye una articulación lesionada o artrósica por una articulación artificial. Se implantan en España unas 30.000 prótesis de cadera y unas 50.000 de rodilla al año, por esta razón nos disponemos a hablar un poco más de este tema para saber exactamente en qué consiste esta intervención y su posterior recuperación.
¿Qué es una prótesis articular y por qué se coloca?
Las articulaciones están formadas por hueso, cartílago, la capsula articulares y diferentes estructuras ligamentosas. Cuando a causa de diferentes motivos el cartílago se deteriora, puede disminuir la función articular.
Ya sea por una estructura anormal de la articulación o por desgaste del cartílago y degeneración del hueso es posible que su médico determine que debe someterse a una cirugía, en la mayoría de los casos, esta intervención consistirá en implantar una prótesis articular para así restablecer la funcionalidad articular.
Una prótesis articular es un reemplazo completo o parcial de la articulación afectada. Este reemplazo artificial, habitualmente está hecho de metal o algún plástico o material especial cubierto de carbono.
¿Cuáles son las prótesis más frecuentes?
Se puede colocar una prótesis en diversas articulaciones ya sea como substitución completa de la articulación afectada o de solo una parte de ella. Las prótesis más frecuentes son:
Rodilla: Es la más común, al tratarse de una de las articulaciones más afectadas en casos de artrosis, solo en España, se realizan alrededor de 50.000 cirugías al año.
Cadera: Otra de las más comunes debido a que también suele verse afectada por la mayoría de los casos de artrosis y su intervención contribuye al aumento en la esperanza de vida del paciente.
Otras zonas que también suelen intervenirse, aunque no de forma tan frecuente son:
Hombro: Muy común en casos de luxaciones o fracturas que evolucionan a artrosis.
Tobillo: No tan habitual, pero si un recurso en fracturas que dan lugar a lesiones secundarias.
Codo o muñeca: Normalmente asociadas a patologías reumáticas.
Discales: Se realizan en casos de desgaste severo de los discos vertebrales.
Recuperación
Tras una cirugia de reemplazo articular se suele requerir de un proceso de recuperación de varios meses, en la mayoría de los casos se puede incluso necesitar el apoyo de férulas especiales tras la cirugía durante alguna de las etapas del proceso de rehabilitación.
Será imprescindible seguir paso a paso todas las recomendaciones tanto del equipo médico como de los fisioterapeutas. En las fases iniciales, el objetivo principal será activar la circulación y controlar el proceso inflamatorio y poco a poco se irá estableciendo una pauta de ejercicios para trabajar el rango de movimiento articular y la funcionalidad.
Será importante marcar un programa de rehabilitación que ayude a aliviar el dolor posterior a la operación y que incluya fortalecimiento de la musculatura de la zona intervenida.
Al tratamiento también se le pueden incluir tanto masajes de drenaje como masajes descontracturantes.
Y nunca está de más incluir un programa de reeducación postural que le de al paciente las herramientas necesarias para desenvolverse satisfactoriamente tanto en su ambiente laboral como a realizar sus actividades de la vida diaria.
Una buena recuperación, depende de muchos factores, la colaboración del paciente, las indicaciones del médico, además de una buena atención y programa de rehabilitación adecuado y correctamente supervisado por un profesional.
Andulación y prótesis
La terapia de Andulación ofrece unos excelentes resultados en el tratamiento del dolor e inflamación en los pot-operatorios. Gracias a su efecto estimulante sobre la circulación y el drenaje, el aporte de oxígeno y nutrientes a las células mejora notablemente, como también lo hacen la separación de sustancias nocivas y productos finales del metabolismo. Esto provoca un alivio considerable del dolor.
La terapia de Andulación ofrece al cuerpo un profundo estado de relajación, ya que el potencial de activación aumentado del sistema simpático, que va acompañado de dolores continuos, puede reducirse en un primer paso a algo a corto plazo y a continuación hacerlo de forma duradera.
