Para hablar de las enfermedades reumáticas, primero aclarar que el ‘’reuma’’ no es una enfermedad en sí, al hablar de reuma nos referimos a una serie de síntomas que se dan en muchas enfermedades musculoesqueléticas y que afectan a articulaciones, músculos, tendones, ligamentos, al tejido conjuntivo o hueso. De esta manera, ante cualquier síntoma relacionado con el aparato locomotor será necesario hacer un buen diagnóstico que nos indique cual es la enfermedad reumática que lo origina.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 20% de la población mundial padece alguna enfermedad reumática. Existen más de 200 patologías de este tipo y estamos aquí para poder comentar las más comunes de ellas.
Entre los síntomas más comunes destacan el dolor, inflamación, rigidez articular y limitación de movimiento o deformidad. Las enfermedades autoinmunes en cambio afectan a cualquier órgano del cuerpo.
¿CUÁLES SON LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS MÁS COMUNES?
FIBROMIALGIA
La palabra fibromialgia significa dolor en los músculos y el tejido fibroso. Es quizás la más compleja de definir, se trata de una enfermedad reumática que afecta a la musculatura y los huesos y se caracteriza por un dolor intenso en unos puntos específicos acompañado de una fatiga y cansancio generalizados además de insomnio en la mayoría de los casos.
No se conoce una causa exacta, pero existen diversos factores que pueden ser desencadenantes. Aquellos que padecen fibromialgia, tienen una percepción del dolor anómala donde se perciben como dolorosos estímulos que no deberían serlo. Cualquier situación de estrés ya sea agudo o crónico, físico o emocional puede ser un claro desencadenante.
Entre un 2 y un 6% de la población padece fibromialgia y sobretodo afecta a mujeres y puede presentarse como única alteración o ir asociada a otra enfermedad.
Lamentablemente, no existe una cura, únicamente tratamientos que pueden ayudar en el alivio del dolor y la mejora de la sintomatología. El ejercicio físico de forma moderada, la fisioterapia y una dieta saludable rica en alimentos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden contribuir a disminuir este dolor. La terapia de Andulación también puede ser una gran aliada.
ARTRITIS REUMATOIDE
La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones normalmente de forma simétrica. La inflamación generada por la artritis se produce porque unas células de sistema inmunitario atacan a la membrana sinovial.
Si la inflamación se mantiene a lo largo del tiempo puede conducir a una destrucción articular y progresivamente a una invalidez.
No existe una causa conocida que genere la artritis reumatoide, pero si muchos factores predisponen a su aparición entre ellos el factor genético, el tabaco y las infecciones de boca, cambios hormonales o la aparición de enfermedades infecciosas y la obesidad.
A día de hoy, no existe cura y solo el alivio del dolor y la mejora de la sintomatología que evite el desgaste articular serán nuestro aliado para combatirla, para ello podemos recurrir a la fisioterapia, andulación, medicamentos o incluso cirugía entre otros.
LUMBALGIA
La lumbalgia es quizás la más común de todas las patologías reumáticas que hemos mencionado, denominamos a la lumbalgia como el dolor que aparece en la zona baja de la espalda, comprende desde las últimas costillas hasta la zona glútea y se calcula que aproximadamente un 85% de la población corre el riesgo de padecerla alguna vez en su vida.
Su aparición puede deberse a causas específicas (la persona padece otras enfermedades como artritis, osteoporosis, hernia discal o espondilitis anquilosante), o inespecíficas (sedentarismo, malas posturas, obesidad o exceso de esfuerzo físico).
El reposo es la mejor manera de aliviar el dolor, ya que hace que los tejidos dañados se recuperen y las raíces de los nervios se curen. Aplicar frío o calor en la zona dolorida, acudir a un fisioterapeuta o realizar ejercicio físico también puede contribuir en su alivio sintomático. Por otro lado, la terapia de andulación puede no solo ayudar a mejorar la sintomatología de forma rápida y eficaz sino también a prevenir patologías más complejas.
ARTROSIS
La artrosis es una patología que afecta a las articulaciones y padecen el 10% de la población de nuestro país.
Aquellos que padecen artrosis, presentan desgaste en el cartílago que recubre los extremos óseos que forman la articulación afectada, puede afectar a cualquiera, aunque las más frecuentes son columna, rodillas, caderas y dedos de las manos. La artrosis produce dolor, rigidez articular e incapacidad funcional.
La edad es el principal factor de riesgo de aquellos que padecen artrosis, aunque también puede estar derivada de lesiones, accidentes o sobrecargas persistentes y posturas incorrectas.
No se conoce un tratamiento para eliminarla, pero existen maneras de paliar el dolor. Algunos de los más habituales son el tratamiento médico mediante medicamentos, la fisioterapia, la terapia de andulación, la sustitución del líquido articular o las medidas quirúrgicas.
OSTEOPOROSIS
Hablamos de osteoporosis cuando se produce una disminución de la densidad de la masa ósea. Esta afección debilita a nuestros huesos y los vuelve más frágiles, resisten peor a los golpes y esto hace que exista un riesgo mayor de romperse. Esta enfermedad no muestra ningún síntoma hasta que los huesos empiezan a fracturarse, los más comunes son las vértebras, la cadera y las muñecas.
A los 30-35 años se alcanza la cantidad máxima de masa ósea y a partir de ese momento se inicia su pérdida natural, también una mala alimentación, el sedentarismo o el uso de ciertos fármacos influyen. En el caso de las mujeres, que son las más afectadas por la osteoporosis, también la menopausia es un factor de riesgo.
No existe una cura para la osteoporosis, pero sí tratamientos para reducir las fracturas causadas por ésta. Para ello se recomienda llevar un estilo de vida saludable. Una dieta equilibrada y rica en calcio, evitar el tabaco y el alcohol y realizar ejercicio físico diario nos ayudarán a prevenirla. Y en caso de casos en las que ya se padezca la enfermedad, la andulación puede ser una gran aliada para evitar que avance rápidamente y mejorar la rigidez articular.
Los que hayáis llegado a este punto os habréis dado cuenta que para la gran mayoría de patologías reumáticas mencionadas no hay un tratamiento clave que pueda acabar con ellas, sino que en la mayoría de los casos lo único que podemos hacer es aliviar la sintomatología que nos provoca y aquí es donde entra la terapia de andulación gracias a ser una gran aliada para combatir las dolencias ocasionadas por la mayoría de patologías musculoesqueléticas.
ANDULACIÓN Y ENFERMEDADES REUMÁTICAS
Partiendo de una postura que mantiene y favorece a una ergonomía horizontal con las piernas ligeramente elevadas para favorecer a la relajación y la descarga muscular la andulación combina 2 técnicas que son clave para aliviar toda la sintomatología mencionada. El calor infrarrojo mejora la microcirculación de las zonas afectadas a través de la vasodilatación y el calentamiento muscular y por otro lado, las vibraciones que utiliza actúan como antiálgico y antiinflamatorio de muchas patologías musculoesqueléticas. Con esto se verán aliviados de forma eficaz los dolores, la fatiga, inflamación y problemas de rigidez articular mejorando también la movilidad.