AndulaciónPatologíasDolor muscular: Fibromialgia y Síndrome Miofascial

El dolor muscular es una afección común que puede afectar a personas de todas las edades. Sus causas pueden ser diferentes, como lesiones, estrés, malas posturas, movimientos repetitivos o incluso de origen desconocido. En esta entrada del blog, vamos a explorar las diferencias entre la fibromialgia y el sdme. miofascial, así como los tratamientos más efectivos para estas afecciones.

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia es una patología crónica que causa dolor musculoesquelético generalizado. El dolor puede variar de intensidad o zona y también puede ser constante o intermitente, en la mayoría de los casos aparece en forma de brote. Además del dolor, puede causar otros síntomas como fatiga, rigidez, trastornos del sueño, problemas de memoria y concentración, y trastornos como ansiedad o depresión.

No se conoce la causa de la fibromialgia, pero se relaciona con una combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos.

¿Qué es el síndrome miofascial?

El síndrome miofascial es una afección que se caracteriza por la presencia de puntos gatillo miofasciales, unas áreas hipersensibles en los músculos que pueden causar dolor, rigidez y limitación en la movilidad.

El dolor en los puntos gatillo miofasciales pueden activarse por una variedad de factores, como lesiones musculares, estrés, malas posturas o movimientos repetitivos.

Diferencias entre fibromialgia y dolor miofascial

Aunque se trata de dos afecciones con sintomatología similar, existen algunas diferencias, las principales incluyen:

• Localización del dolor: La fibromialgia causa dolor generalizado por todo el cuerpo, mientras que el síndrome o dolor miofascial suele ser localizado en una o varias zonas musculares.
• Intensidad del dolor: El dolor ocasionado por la fibromialgia suele ser de intensidad moderada a grave, mientras que el dolor miofascial puede ser de leve a intenso.
• Otros síntomas: En el caso de la fibromialgia, el dolor suele ir acompañado de otros síntomas, como fatiga, rigidez, trastornos del sueño, problemas de memoria y concentración, y trastornos psicológicos como la ansiedad o depresión. El síndrome miofascial, por lo general, no se asocia a otros síntomas.

Otras diferencias:

• Edad de inicio: La fibromialgia suele aparecer en mujeres de entre 30 y 50 años, mientras que el dolor miofascial puede aparecer a cualquier edad.
• Sexo: La fibromialgia afecta a mujeres en un 80-90% de los casos, mientras que el dolor miofascial afecta a hombres y mujeres por igual.
• Antecedentes familiares: Los antecedentes familiares de fibromialgia son comunes, mientras que los antecedentes familiares de dolor miofascial no son tan comunes.

Diagnóstico

El diagnóstico de la fibromialgia y del síndrome miofascial se basa en los síntomas que presenta el afectado. No existen pruebas diagnósticas específicas que determinen el padecimiento de estas afecciones.

En el caso de la fibromialgia, el doctor se suele basar en una exploración física para buscar puntos sensibles activos, 12 o mas de los 18 marcados. También puede solicitar pruebas complementarias, como análisis de sangre o radiografías, para descartar otras afecciones que puedan causar dolor musculoesquelético.

El diagnóstico del síndrome miofascial se basa en la presencia de puntos gatillo miofasciales. El médico puede localizar los puntos gatillo mediante palpación o electromiografía.

Tratamiento

El tratamiento en ambos casos a considerar será multidisciplinar y con el objetivo de tratar los síntomas que afecten al paciente así como mejorar su calidad de vida. Se considerará en estos casos tratamiento:

Farmacológico:

• Antidepresivos tricíclicos: Los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina o la nortriptilina, pueden ser efectivos para reducir el dolor y la fatiga asociados a la fibromialgia.
• Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Los AINE, como el ibuprofeno o el naproxeno, pueden ser efectivos para reducir el dolor y la inflamación asociados a la fibromialgia.
• Gabapentina: La gabapentina es un fármaco anticonvulsivo que puede ser efectivo para reducir el dolor asociado a la fibromialgia.

No farmacológico:

• Terapia física: La terapia física puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez asociados a la fibromialgia. Las técnicas de terapia física que pueden ser útiles incluyen el masaje, la terapia manual, el estiramiento y el ejercicio.
• Terapia ocupacional: La terapia ocupacional puede ayudar a mejorar la función y la independencia en las personas con fibromialgia.
• Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ayudar a las personas con fibromialgia a aprender a manejar el dolor y el estrés.
• Terapias complementarias: Incluyen presoterapia, hidroterapia, andulación, técnicas de relajación…

Andulación y dolor

La terapia de Andulación ofrece unos excelentes resultados en el tratamiento del dolor. Gracias a su efecto estimulante sobre la circulación y el metabolismo, el aporte de oxígeno y nutrientes a las células mejora notablemente, como también lo hacen la separación de sustancias nocivas y productos finales del metabolismo. Esto provoca un alivio considerable del dolor.

Además, la terapia de Andulación ofrece al cuerpo un estado de relajación a corto plazo y tras su uso constante de forma duradera. Los principales beneficios de esta terapia en su aplicación en la fibromialgia o síndrome miosfascial incluyen:

• Reducción del dolor: puede ayudar a reducir el dolor muscular de forma significativa.
• Mejora de la movilidad:  puede ayudar a mejorar la movilidad y la flexibilidad de los músculos.
• Reducción de la inflamación: puede ayudar a reducir la inflamación gracias al drenaje y termoterapia.

Ponle fin al dolor.