Para celebrar el Día Mundial contra el Dolor, iXalud ha preparado unas líneas para explicar en qué se caracteriza el dolor crónico y explicar algunos de los tratamientos específicos para aliviar estas dolencias que pueden llegar a ser tan incapacitantes.
¿Qué es el dolor?
El dolor es una señal que envía nuestro sistema nervioso para alertarnos de que algo no va bien. Por lo general se describe como una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, ardor o calambre que puede ser intermitente o constante y localizada o generalizada.
Para una correcta evaluación, será necesario conocer cuestiones tales como su duración, patogenia, intensidad algo que en ocasiones se complica por el hecho de que es algo subjetivo, no solo es una afección con elevada prevalencia en la población general, sino que además es un motivo frecuente de baja laboral afectando de forma moderada a severa a 1 de cada 5 personas en el mundo al menos una vez en la vida.
Se estima que aproximadamente un 9% de la población adulta europea padece dolor a diario.
Clasificación del dolor
Podemos clasificar el dolor de diferentes formas, entre las cuales las más comunes incluyen:
Dolor agudo: Es un dolor repentino que suele resultar de una enfermedad, lesión o inflamación. Se caracteriza por desaparecer después de ser tratado y no superar los 6 meses su duración.
Dolor crónico: Se caracteriza por tener una duración de más de 6 meses independientemente de que se produzca de forma recurrente o continuada. Por lo general no tiene cura y puede desencadenar a graves complicaciones si no se trata.
No debemos entender el dolor crónico como una simple persistencia de un dolor agudo ya que participan en los diversos factores psicológicos, de conducta, cognitivos y sociales que requieren de una evaluación por parte de un equipo multidisciplinar y en algunos casos incluso requieren derivar a una unidad del dolor.
Nociceptivo: Causado por la activación de los receptores del dolor (nociceptivos) como respuesta a un estímulo que suele ser una lesión, inflamación o enfermedad.
Neuropático: Causado por una lesión en el sistema nervioso. Suele describirse como una quemazón, punzante y suele ir acompañado de hormigueos, hiperalgesia y alodinia.
Psicógeno: Originado por el ambiente psico-social que rodea al individuo.
En este caso se clasifica según su respuesta a los opioides como buena, parcial o escasa y se clasifica como un dolor difícil en los casos en que no responde al tratamiento.
Somático: se produce por la excitación anormal de los nociceptores somáticos superficiales o profundos. (piel, musculatura, huesos, vasos…) Suele ser un dolor localizado y punzante que se irradia a través de los nervios.
Visceral: Se produce por una excitación anormal de los nociceptores viscerales. Difícil de localizar continuo y profundo se puede irradiar de forma difusa a zonas alejadas a su origen.
Continuo: en aquellos casos que el dolor persiste a lo largo del día y no desaparece.
Incidental: cuando el dolor aparece y desparece en función de realizar algún movimiento o acción voluntaria.
Espontaneo: Cuando el dolor aparece y desaparece sin previo aviso ni motivo aparente.
Leve: Permite realizar actividades del día a día.
Moderado: Interfiere en la realización de actividades del día a día.
Severo: Interfiere con el descanso y con la capacidad de realizar las actividades del día a día.
Tratamiento del dolor
Muchos dolores pueden aliviarse con algunas medidas o cuidados básicos que incluyen el reposo, la aplicación de termoterapia o los masajes.
El dolor crónico no solo es perjudicial para la salud sino que también afecta a nuestro bienestar, puede afectar a nuestro descanso, ánimo, dieta e incluso a nuestros hábitos saludables si no establecemos un buen plan de tratamiento. Lo más común es iniciar la estrategia terapéutica con acciones sencillas y poco agresivas y que el médico que lleva su caso vaya considerando opciones más complejas en función de la evolución de los síntomas.
Lo más común es que se pauten algunos fármacos con la finalidad de tratar la dolencia como primera opción médica. Los analgésicos y los antiinflamatorios son los más comunes en dolencias agudas, cuando se trata de dolencias crónicas es más común que tu médico te acabe recetando algún opiáceo, sobre todo en los casos que los anteriores no funcionan.
Como método no farmacológico y en casos más complejos, existen varios tratamientos que pueden resultar efectivos entre ellos la acupuntura, la electroestimulación, los masajes, la Andulación, meditación, fisioterapia, psicoterapia e incluso en casos más extremos la cirugía. Siempre puedes consultar con tu doctor cuál sería el más indicado en tu caso.
Andulación y dolor
La terapia de Andulación ofrece unos excelentes resultados en el tratamiento del dolor. Gracias a su efecto estimulante sobre la circulación y el metabolismo, el aporte de oxígeno y nutrientes a las células mejora notablemente, como también lo hacen la separación de sustancias nocivas y productos finales del metabolismo. Esto provoca un alivio considerable del dolor.
La terapia de Andulación ofrece al cuerpo un profundo estado de relajación, ya que el potencial de activación aumentado del sistema simpático, que va acompañado de dolores continuos, puede reducirse en un primer paso a algo a corto plazo y a continuación hacerlo de forma duradera.
2 comentarios
Miguel castellano
26/10/2022 at 02:04
Muy interesante su exposición , desearía obtener más información respecto al tratamiento con andulacion
admin
27/10/2022 at 12:48
Buenos días Miguel,
Hemos visto que te has registrado en nuestra web. Nuestro equipo de terapeutas te llamarán para darte más información.
Estate atento al teléfono, que en nada estamos en contacto 😉
Un saludo.