AndulaciónDía mundial dePatologíasDía mundial de la fibromialgia y SFC

12/05/20220

Cada 12 de mayo conmemoramos mundialmente el día de la fibromialgia y el síndrome de la fatiga crónica, 2 patologías que desgraciadamente mucha gente desconoce. Desde iXalud aprovechamos la ocasión para dar apoyo y visibilizar a todos aquellos que las padecen. 

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia es una enfermedad crónica que genera un dolor musculoesquelético generalizado con unos estímulos dolorosos por debajo del umbral que suele causarlos, es decir, se perciben como dolorosos estímulos que no deberían serlo.

El dolor suele ser más intenso en las áreas musculares y no solo se muestra hipersensibilidad ante un contacto físico, sino que también puede generarlo un cambio brusco en la temperatura. También se relaciona la fibromialgia con otros trastornos tales como la fatiga o cansancio generalizado, dolor articular acompañado de rigidez matutina, trastornos en el sueño y afectación emocional, estrés, ansiedad o decaimiento.

Datos sobre fibromialgia

Esta enfermedad no fue reconocida hasta 1992 por la OMS, se trata de una enfermedad reumatológica común que afecta entre un 2-4% de la población en general, de la que alrededor de un 85% son mujeres entre 25 y 50 años. Se caracteriza por una sintomatología compleja en la cual destaca un dolor generalizado crónico y la hipersensibilidad en puntos anatómicos específicos. Además de esto, son comunes los trastornos del sueño, la rigidez matinal, parestesias, ansiedad, cefaleas, intestino irritable y fenómeno de Raynaud.  

Según un estudio realizado en 2014, el 70% de los pacientes atendidos por fibromialgia en centros de atención primaria coincidió en el hecho de presentar múltiples dificultades para rendir en el trabajo, pero solo un 23% se encuentra en situación de invalidez permanente, un 19% se ha visto obligado a cambiar de trabajo y un 66% ha tenido que reducir su jornada o cambiar las tareas que desempeñaba.

¿Qué es el síndrome de fatiga crónica?

El síndrome de fatiga crónica es una patología grave y de larga duración que afecta a muchos sistemas del cuerpo. Es muy común que esta afección dificulte el realizar actividades normales incluso a veces es posible que ni siquiera pueda salir de la cama.

Puede afectar a cualquier persona siendo las más vulnerables mujeres adultas entre 40 y 60 años. Además, el síndrome de fatiga crónica puede ser impredecible ya que sus síntomas pueden aparecer y desaparecer o incluso pueden cambiar con el tiempo.

Datos sobre el síndrome de fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica tiene una duración mínima de unos 6 meses aproximadamente y entre sus síntomas habituales destacan la dificultad de memorizar o recordar las cosas, sensación de vértigo o mareo y un sueño nada reparador.

Un 1% de la población mundial se ve afectado por esta condición de la cual en un 85% de los casos son mujeres las que lo padecen.

En España, alrededor de 150.000 personas padecen Síndrome de fatiga crónica.

Fibromialgia y Síndrome de fatiga crónica

Lamentablemente, nos encontramos ante unas patologías en la que muchos se muestran escépticos, y en la mayoría de los casos, aquellos pacientes diagnosticados de fibromialgia suelen verse también afectados por el síndrome de fatiga crónica.

Todos aquellos casos que desgraciadamente se ven afectados por ambas patologías son casos extremadamente delicados ya que su predisposición al sedentarismo se verá aumentada y aunque el hecho de realizar determinadas actividades físicas de forma moderada pueden ayudar a mejorar su calidad de vida, el hecho de pasar por episodios de fatiga crónica harán que esta fatiga empeore al realizar la actividad física o mental.

Es por eso que un equipo multidisciplinar será requerido para poder plantear un tratamiento adecuado para la sintomatología que se padezca en cada momento.

Prevención

En el caso de la fibromialgia y el síndrome de fatiga crónica la prevención se verá limitada a reducir o evitar la gravedad de los síntomas. Algunas medidas a tener en cuenta:

  • Será importante una detección precoz de la patología para adecuar correctamente el tratamiento a las dolencias.
  • Imprescindible tratar también los trastornos en el ánimo.
  • Necesario establecer una rutina de sueño que permita mantener controlados los episodios de insomnio.
  • Tratar o controlar las situaciones de estrés.
  • Control de ritmo y manejo adecuado de las cargas físicas y /o mentales.

Tratamiento

A día de hoy no existe un tratamiento o cura para estas afecciones, por esta razón, el objetivo será controlar el dolor con el fin de mejorar la calidad de vida de quien los padece. En la mayoría de los casos, el tratamiento pues será una combinación de fármacos, un cambio a unos hábitos más saludables y algunas terapias.

Farmacológico

Analgésicos. Los analgésicos, se utilizan para aliviar el dolor.

Antidepresivos. Los antidepresivos se utilizan para combatir el dolor y el cansancio.

Anticonvulsivos. Ayudan a reducir ciertas dolencias. La pregabalina es el primer medicamento para el tratamiento de la fibromialgia.

Somníferos. Logran que la persona duerma mejor y con el descanso mejorar los síntomas de la fibromialgia.

fármacos
Terapias

Fisioterapia. La fisioterapia se enfoca a mejorar mediante ciertos ejercicios la fuerza, la flexibilidad y la resistencia de la musculatura.

Terapia ocupacional. Algunos ajustes posturales pueden colaborar a una mejoría en el entorno laboral.

Terapia psicológica. Enfocada a combatir el estrés y ansiedad que puede causar la fibromialgia.

Acupuntura. La acupuntura se utiliza para aliviar el dolor y la rigidez, disminuye la fatiga y contribuye al bienestar del paciente.

Andulación. Se utiliza para mejorar la circulación y así aliviar las dolencias musculares y la rigidez articular y además se utiliza para mejorar el patrón de sueño y reducir el estrés y ansiedad.

Mejora del estilo de vida

Disminución del estrés. Tratar de relajarse y controlar la ansiedad ayudan a. mejorar los síntomas de la fibromialgia. Las técnicas de relajación y ejercicios de control respiratorio pueden ayudar.

Dormir bien. Establecer una rutina de sueño es muy favorecedor para adaptar al organismo y exprimir al máximo las horas de sueño.

Actividad física. Realizar un mínimo de actividad física diaria tiene efectos positivos, aunque en primera instancia puedan resultar costosos. Caminar, nadar o ir en bicicleta son buenas opciones.

Dieta equilibrada. Mantener un peso adecuado ayudará a disminuir el dolor, la ansiedad y reducir el riesgo de sufrir patologías asociadas.

Visibilizar y apoyar a estas enfermedades »invisibles» es solo parte de nuestro camino, no estas solo.

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