Hábitos saludablesSueño¿Cómo afecta el calor a la calidad del sueño?

09/08/20240

Dormir es fundamental para mantener una buena salud física y mental. Por esto, si no dormimos lo suficiente, nuestra calidad de sueño se verá afectada. Un buen descanso nos permite mejorar nuestra memoria, concentración, estado de ánimo y sistema inmunológico. Además, un sueño reparador nos ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.

Por esta razón, es importante tomar medidas para combatir el insomnio en verano y disfrutar de un descanso de calidad. En este post, te daremos algunos consejos para lograrlo, y te hablaremos de cómo la terapia de andulación puede ayudarte a dormir mejor.

¿Por qué nos cuesta tanto dormir en verano?

Las altas temperaturas del verano tienen un impacto directo en nuestro organismo, dificultando el proceso natural de descenso de la temperatura corporal que se produce por la noche para conciliar el sueño. Además, otros factores como la luz solar intensa durante el día, la deshidratación o el consumo de comidas copiosas por la noche también pueden contribuir a las dificultades para dormir.

La prevalencia de los trastornos del sueño aumenta en verano. Se estima que hasta un 40% de la población puede experimentar algún tipo de problema para dormir durante esta época, como insomnio, despertares nocturnos o sueño fragmentado.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) más de un 10% de la población española padece algún tipo de trastorno de sueño crónico y grave y más de un 30% de la población española se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o terminan el día muy fatigado.

 

¿Qué podemos hacer para descansar mejor en verano?

Crea un ambiente fresco y adecuado para dormir
  • Baja la temperatura de la habitación: Lo ideal es mantenerla entre 20 y 22 grados. Si no dispones de aire acondicionado, puedes utilizar ventiladores, abrir las ventanas por la noche y cerrarlas a primera hora de la mañana para evitar la entrada de calor durante el día.
  • Elige ropa de cama ligera y transpirable: Opta por tejidos naturales como el algodón o el lino, que permiten una mejor circulación del aire y evitan la sudoración excesiva.
  • Utiliza una almohada o colchón refrescante: Existen almohadas y colchones con gel o materiales refrescantes que pueden ayudarte a mantenerte fresco durante la noche.
Establece una rutina de sueño regular:
  • Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a regular tu reloj biológico y facilitará la conciliación del sueño.
  • Evita la cafeína y el alcohol por la tarde y la noche: Estas sustancias pueden interferir en el sueño.
  • Realiza ejercicio físico de forma regular, pero evita hacerlo cerca de la hora de acostarte.
  • Relájate antes de dormir: Toma un baño caliente, lee un libro o escucha música relajante para ayudar a tu cuerpo a prepararse para el sueño.
Cuida tu alimentación e hidratación:
  • Cena ligero y evita las comidas copiosas por la noche.
  • Bebe abundante agua durante el día para mantenerte hidratado, ya que la deshidratación puede dificultar el sueño.
  • Evita las bebidas azucaradas y las bebidas alcohólicas antes de acostarte.

Como ya hemos comentado, dormir es un proceso fundamental para una correcta regeneración de tejidos y además un punto clave para mantenernos atentos durante el día, algo básico para nuestra memoria y capacidad de aprendizaje.

CONSEJOS GENERALES HIGIENE DEL SUEÑO

La terapia de andulación: un aliado para un sueño reparador

La andulación, una terapia basada en la aplicación de microvibraciones en el cuerpo, ha demostrado ser eficaz para mejorar la calidad del sueño. Esta relajación es la base para conseguir conciliar y mantener el sueño y así conseguir una mejoría duradera del descanso nocturno. Su efectividad se basa en la forma en que calma al sistema nervioso simpático y estimula el sistema nervioso parasimpático. Se ha observado que la andulación además, también ayuda a:

  • Reducir el estrés y la ansiedad, dos factores que pueden dificultar el sueño.
  • Mejorar la circulación sanguínea y linfática, lo que favorece la relajación muscular y la eliminación de toxinas del cuerpo.
  • Disminuir la inflamación, que también puede interferir en el sueño.
¡No dejes que el calor del verano te quite el sueño!

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