El sedentarismo es un problema de salud que afecta a millones de personas en todo el mundo. Por suerte, existen numerosas herramientas y estrategias para combatirlo o prevenirlo. Entre algunas de las opciones mas novedosas, la andulación ofrece una opción terapéutica segura y eficaz para mejorar nuestra salud y calidad de vida.
¿Qué es el sedentarismo?
El sedentarismo se define como la falta de actividad física o el gasto energético muy bajo. En nuestro día a día, esto se traduce en largas horas sentado frente a una pantalla, ya sea trabajando, estudiando o simplemente descansando. Aunque pueda parecer inofensivo, el sedentarismo tiene un impacto significativo en nuestra salud.
Según la Encuesta de Salud de España (ESFEC), el 19.4% de los españoles son sedentarios, siendo España uno de los cuatro paises mas sedentarios de Europa. Las personas mayores, aquellas que viven en ciudades grandes y quienes tienen un menor nivel educativo suelen presentar tasas más altas de sedentarismo.
Consecuencias del sedentarismo
Existen diversos factores que contribuyen al sedentarismo, los más comunes incluyen:
- Estilo de vida: Mayor tiempo dedicado a actividades sedentarias (trabajo, ocio, transporte).
- Entorno: Escasa disponibilidad de espacios verdes y seguros para realizar actividad física.
- Factores socioeconómicos: Menor nivel educativo, desempleo y condiciones laborales poco saludables.
- Hábitos alimentarios: Consumo excesivo de alimentos procesados y bebidas azucaradas.
En cuanto al estilo de vida sedentario, se asocia a una gran variedad de problemas de salud, entre los que destacamos:
- Problemas musculoesqueléticos: Dolor de espalda, rigidez articular, pérdida de masa muscular y fuerza.
- Enfermedades cardiovasculares: Aumento del riesgo de enfermedades del corazón, hipertensión y colesterol alto.
- Diabetes tipo 2: La inactividad física contribuye al desarrollo de resistencia a la insulina.
- Obesidad: El gasto calórico es menor, lo que favorece la acumulación de grasa.
- Problemas de salud mental: El sedentarismo se ha relacionado con la depresión, ansiedad y trastornos del sueño.
Recomendaciones para combatir el sedentarismo
Lo primero para poder combatir el sedentarismo será ser capaz de detectarlo, si somos conscientes de que tenemos un nivel de actividad bajo en nuestra rutina diaria, podemos realizar cuestionarios que evaluen la actividad en distintos entornos (laboral, social o transporte), llevar algún dispositivo que mida nuestra actividad como un pedometro, acelerómetro o pulsera de actividad.
Una vez detectado el nivel de sedentarismo al que nos enfrentamos, podemos añadir algunas actividades o ejercicios a nuestro día a día, te aconsejamos algunas:
- Incorporar actividad física a la rutina diaria: Caminar, subir escaleras, hacer ejercicio ligero, son excelentes opciones para aumentar tu nivel de actividad.
- Realizar ejercicio de forma regular: Dedica al menos 30 minutos al día a realizar alguna actividad física moderada.
- Reducir el tiempo sentado: Levántate y muévete con frecuencia, incluso si es solo para estirar las piernas.
- Buscar actividades que disfrutes: La actividad física debe ser algo placentero, así que elige actividades que te motiven.
- Establecer metas realistas: Empieza con metas alcanzables y ve aumentando gradualmente la intensidad y duración de la actividad física.
- Buscar apoyo social: Realizar actividades físicas en compañía de amigos o familiares puede ser más motivador.
- Realizar un seguimiento de tu progreso: Llevar un registro de tu actividad física te ayudará a mantener la motivación y ver tus logros.
Andulación y adiós al sedentarismo
La terapia de Andulación resulta efectiva como tratamiento para evitar la sintomatología ocasionada por el sedentarismo. Al ser una terapia no invasiva es una excelente herramienta que con sus diferentes programas y niveles de intensidad, se adapta a las necesidades de cada persona, desde aquellos que buscan mejorar su condición física hasta quienes desean aliviar el dolor y mejorar su movilidad. Entre sus beneficios mas destacables:
- Aumento de la densidad mineral ósea
- Mejora de la fuerza muscular
- Reducción del dolor
- Mejora de la circulación sanguínea