AndulaciónPatologíasPreguntas frecuentes sobre fibromialgia

La incomprensión es algo en lo que la mayoría de afectados de fibromialgia coincide. Lamentablemente, es de esperar que una patología tan incapacitante, que cursa con un dolor tan intenso y que además, en la mayoría de los casos cuesta mucho de diagnosticar acabe despertando las dudas de aquellos que sospechan poder estar afectados por ella. Por esta razón entre otras, nos disponemos en la publicación de hoy a responder algunas de las preguntas más frecuentes.

¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia es una patología crónica que afecta al aparato musculoesquelético. Se trata de una patología que puede llegar a ser de lo más invalidante ya que suele causar un dolor constante y una sensación de fatiga que impide a aquel que la padece llevar el día a día con normalidad. Se caracteriza por un dolor musculoesquelético que puede localizarse por todo el cuerpo de forma generalizada y que presenta una respuesta exagerada al dolor en determinados puntos por estímulos que no deberían resultar dolorosos.

La parte más compleja de esta patología es que no existen alteraciones orgánicas demostrables y que suele ir acompañada de una gran variedad de síntomas entre los cuales destacan una fatiga persistente, problemas en el descanso, rigidez articular y síntomas de componente emocional.

¿Qué causa la fibromialgia? 

Actualmente no se conoce la causa de la fibromialgia, no obstante, la mayoría de los expertos coinciden en que existen diversos factores que actúan como desencadenante, entre ellos: 

• Traumatismo físico muy fuerte como un accidente o cirugía. 
• Cierto tipo de infecciones víricas o bacterianas. 
• Un trauma emocional que no se ha gestionado adecuadamente. 
• Estar sometido a situaciones de estrés de forma prolongada en el tiempo. 
• Padecer un dolor físico localizado durante mucho tiempo. 

¿Cómo sé si tengo fibromialgia? 

No existe una prueba específica para detectar la fibromialgia, por este motivo, lo primero será descartar el padecimiento de otras enfermedades compatibles con los síntomas que se sufren. 

Los actuales criterios diagnósticos una vez descartadas otras afecciones consisten en tener activos por lo menos 12 de los 18 puntos sensibles (o áreas dolorosas) durante las últimas 2 semanas de forma consecutiva. Por otro lado, también se valorará la severidad de los síntomas que hayan permanecido por lo menos en los últimos 3 meses (sueño no reparador, cansancio o fatiga, síntomas cognitivos…) 

¿Quién diagnóstica la fibromialgia? 

El diagnóstico debe hacerlo un médico, puede ser directamente el médico de cabecera o algún especialista como, por ejemplo, el reumatólogo ya que serán quienes hagan las preguntas necesarias sobre las dolencias y los demás síntomas para la evaluación de cada caso. También es posible que mande realizar alguna prueba médica como análisis de sangre u otras pruebas complementarias para descartar otras patologías como pueden set la artritis reumatoide, lupus, polimialgia, miositis… 

¿Es una enfermedad hereditaria?

Es muy común que aquellos que se ven afectados por la fibromialgia se preocupen por si su descendencia padecerá las mismas dolencias que ellos sienten, aunque es común encontrar familias con varias personas afectadas por ella, no existe ninguna trasmisión directa entre padres e hijos aunque si cierta predisposición a padecerla. 

Tener una predisposición genética no implica que ese gen vaya a producir síntomas, por esa razón, en el caso de la fibromialgia suele requerirse un factor externo que desencadene esa expresión y que podría ser el estrés crónico o agudo, un accidente, una cirugía o determinadas infecciones entre otros.

¿La fibromialgia es una enfermedad degenerativa?

Aunque la fibromialgia no es una enfermedad degenerativa, la evolución de los síntomas puede variar en cada persona e incluso puede ir cambiando en la misma persona. Se trata de una enfermedad que se expresa por brotes, por ello, normalmente existen temporadas donde los síntomas se agravan y otras en los que mejoran.

Es común que los síntomas puedan agravarse de forma puntual durante un mismo día en función de las cosas a las que nos exponemos, si el ambiente es muy ruidoso, la luz del día, según las situaciones de estrés a las que nos enfrentamos, si permanecemos mucho tiempo en la misma posición ya sea de pie o sentado, el frío o los cambios de temperatura en sí, la exposición a los químicos…

¿Cómo se trata la fibromialgia?

Actualmente, no existe un tratamiento que cure la fibromialgia aunque si que hay diversos tratamientos enfocados a disminuir la sintomatología que se padece.

La forma más adecuada de tratarla es mediante un enfoque multidisciplinar y personalizado elaborado por un especialista en la enfermedad que valoraría en cada caso individual prescribir todas o algunas de las siguientes pautas:

• Fármacos
• Cambios en la dieta
• Realización de ejercicio adaptado
• Intervención psicológica
• Rehabilitación
• Acudir a una asociación de pacientes y otras terápias complementarias

Afortunadamente, muchos de los síntomas pueden aliviarse si estamos bien informados sobre la enfermedad y tenemos un buen conocimiento de uno mismo, cambiando hábitos y realizando actividades que ayudan a mejorar la calidad de vida. Con ello podemos ayudar a que aparezcan menos crisis y disminuir la intensidad de los síntomas.

¿Qué me pasará en el futuro?

Lo primero, aclarar que no se trata de una enfermedad mortal y que incluso en algunos casos, con el tratamiento adecuado, se logra convivir con ella con una calidad de vida decente. La fibromialgia si que es una enfermedad crónica, por lo tanto, posiblemente nos afecte durante toda la vida.

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