Tanto el estrés como la ansiedad son respuestas normales del organismo ante una situación de peligro inminente o su percepción. Gracias a esto, se puede generar un estado de alerta ante posibles amenazas y así poder hacerles frente, cuando estas respuestas se vuelven demasiado intensas o son desproporcionadas a aquello que las ocasiona es cuando se convierten en un problema que debe ser tratado para evitar que afecte en actividades básicas de nuestro día como el sueño. Se estima que aproximadamente un 6.7% de la población española padece ansiedad cifra en la cual predomina su afectación en mujeres.
¿Qué es la ansiedad?
Definimos a la ansiedad como aquel sentimiento de miedo, temor o inquietud. La ansiedad puede aparecer como una reacción normal al estrés para así alertar a nuestro organismo de una situación de peligro y así prepararnos para un impulso de energía. En aquellos casos que esta desagradable sensación se mantiene en el tiempo o no se da como consecuencia de alguna situación por lo que el cuerpo trate de ponernos en alerta estaremos hablando de que esa persona padece un trastorno de ansiedad que si no se trata a tiempo puede empeorar con el tiempo e interferir en las actividades diarias además de a nuestro entorno laboral, personal o social.
Existen diversos tipos de trastornos de ansiedad entre los cuales destacamos:
Trastorno de ansiedad generalizada
Se caracteriza por preocuparse en exceso de problemas comunes como pueden ser la salud, el dinero o la familia. Aquellos que la padecen tienen unas preocupaciones excesivas casi a diario durante al menos 6 meses.
Ataques de pánico
Las personas con trastorno de pánico sufren de ataques de pánico. Estos ataques se caracterizan por ser repentinos y repetidos momentos en los que se sufre un miedo intenso sin que exista un peligro aparente. Los ataques se producen con rapidez y pueden durar varios minutos o más.
Fobias
Las personas que sufren fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser por arañas, volar, ir a lugares concurridos o estar en situaciones sociales (conocida como ansiedad social).
Sueño e insomnio
El sueño es un estado fisiológico de reposo profundo que permite que el organismo se relaje y repare, es esencial para una estabilidad física y mental. Un descanso y sueño adecuados por lo tanto son tan importantes para la salud como una buena nutrición o ejercicio adecuado. La cantidad y la calidad del sueño son factores que pueden estar estrechamente relacionados con una alteración en la función cognitiva, psicológica, inmunológica y/o metabólica.
Por la otra parte, el insomnio es uno de los trastornos de sueño más comunes. Se describe como la dificultad o incapacidad para conciliar el sueño o permanecer dormido durante la noche. Se trata de un trastorno que afecta a un tercio de la población y coincide en un 60% de los casos con situaciones de estrés que tienden a cronificare.
Por este motivo, el descanso es necesario para que el individuo tenga un buen estado tanto físico como mental ya que aquellos que duermen mal acaban desarrollando alteraciones físicas y/o mentales que pueden derivar a enfermedades.
Ansiedad e insomnio
La falta de sueño es un trastorno muy frecuente que a menudo puede relacionarse con diversas causas entre la cual destacan: el estrés, la ansiedad y los factores emocionales.
Los diversos factores que pueden causar insomnio por ansiedad dependerán del estilo de vida, el ambiente y la predisposición genética de aquel que lo padece. Los elevados niveles de estrés, viajes constantes y el consumo de estimulantes suelen ser 3 de los más habituales.
Aunque ansiedad e insomnio pueden ir estrechamente relacionadas, se recomendará tratar ambas de forma combinada y no siendo una consecuencia de otra y por eso, será necesario realizar algunos cambios en nuestros hábitos diarios como pueden ser una buena alimentación, una adecuada higiene del sueño y una mejora en la autogestión del trabajo o las tareas a cumplir.
El objetivo de esto se basa en una mejora en la calidad de la vida y sobre todo una prevención a cualquier complicación que se pueda derivar.
Consejos para una buena higiene de sueño
Todas aquellas medidas enfocadas a conseguir un sueño de calidad que permita un adecuado descanso reciben el nombre de higiene del sueño. Se necesitan de 4 a 6 semanas para poder valorar su eficacia. Entre las medidas más efectivas destacan:
Consejos para disminuir la ansiedad
Hacer algunos cambios básicos en el estilo de vida puede suponer cambios drásticos en nuestro estado de ansiedad por este motivo, si tienes ansiedad ocasional o generalizada, puedes dar pasos pequeños, eficaces y sencillos cada día para gestionar y minimizar tu ansiedad. A continuación, incluimos algunos de ellos.
Andulación como tratamiento
El uso regular de esta terapia biofísica aumenta la resistencia ante las situaciones de estrés y/o ansiedad protegiéndonos frente a sus efectos negativos. La terapia de andulación detiene los efectos dañinos de la ansiedad calmando el alterado sistema nervioso simpático y estimulando el sistema nervioso parasimpático. El resultado se muestra, entre otros, en la mejora de la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea, además de en el tono muscular.
Se trata de un tratamiento que además cuenta con el efecto de profunda relajación que aporta el calor intenso infrarrojo y sus efectos son positivos tanto en las tensiones musculares y las dolencias derivadas del estrés como en la mejora de los trastornos que afectan al descanso. Por lo tanto, la Andulación actúa de dos formas. Directamente, reduciendo la tensión muscular y la rigidez de las fascias, e indirectamente mediante la relajación del sistema nervioso.
