Hoy celebramos el día mundial del corazón, el órgano que nos mantiene con vida. A día de hoy, la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el planeta y puede estar originada por múltiples factores.
El objetivo de esta entrada es concienciar a la población de la importancia de cuidar este órgano para así, vivir mejor. Mantener unos hábitos saludables es fundamental para reducir el riesgo de patologías cardíacas y accidentes cardiovasculares.
El corazón es un órgano que actúa como una bomba que, gracias a su acción impulsora, le proporciona a la sangre la fuerza necesaria para que circule correctamente por las venas y arterias transportando las sustancias necesarias para que el cuerpo funcione.
Está formado por 4 cavidades, dos aurículas y dos ventrículos. En cada latido, el corazón expulsa una cantidad de sangre hacia la arteria aorta y sus múltiples ramificaciones reparten esa sangre cargada de nutrientes a todo el organismo una vez se ha cedido el oxígeno y nutrientes a todas las células, las venas son las encargadas de recoger esa sangre sobrante y devolverla de nuevo al corazón.
El corazón es un órgano muscular (miocardio) que también recibe de la sangre el oxígeno y nutrientes necesarios para funcionar.
Existen factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, entre ellos, el colesterol, la diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, herencia genética, estrés y obesidad entre otros.
Estos factores de riesgo, podemos controlarlos teniendo en cuenta algunos puntos y siguiendo ciertos hábitos saludables.
- Controla el colesterol.
- Llevar una vida sana.
- No fumar.
- Controlar los niveles de glucosa en sangre.
- Hacer ejercicio.
- Controlar la presión arterial.
La fundación del corazón nos ofrece algunos consejos para controlar el riesgo de estos factores, y sobretodo contacta con tu médico al menor síntoma.
Enfermedades cardiovasculares más comunes
Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, incluyen una gran variedad de afectaciones:
- Enfermedades de los vasos sanguíneos.
- Problemas relacionados como el ritmo cardíaco (Arritmias o palpitaciones)
- Defectos cardíacos de nacimiento.
- Enfermedad de las válvulas cardíacas.
- Enfermedades o infecciones del corazón.
Entre las afecciones más comunes, encontramos las cardiopatías, tromboembolismo, infartos de miocardio, cardiopatías isquémicas, insuficiencias cardíacas, valvulopatías, arritmias, cardiopatías congénitas, enfermedad de Kawasaki e incluso muerte súbita.
Síntomas
Dependiendo del tipo de enfermedad cardiovascular que se padezca la sintomatología variará, aunque entre los síntomas más comunes encontramos:
- Dolor, opresión y molestia en el pecho en los casos de infarto.
- Sensación de falta de aire.
- Dolor, entumecimiento, debilidad y sensación de frío en las piernas o los brazos si los vasos sanguíneos se estrechan.
- Dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta y área superior del abdomen o la espalda.
- Latidos irregulares y rápidos. (taquicardias)
- Latidos cardíacos lentos (bradicardia)
- Aturdimiento
- Mareos
- Desmayo (síncope) o casi desmayo.
- Dificultad para respirar al poco tiempo, durante el ejercicio o la actividad física.
- Cansarse fácilmente durante el ejercicio o la actividad física.
- Hinchazón de las manos, los tobillos o los pies.
En caso de sospecha o presencia de alguno de los síntomas mencionados, no lo dudes, contacta con tu médico.
Diagnóstico
Será esencial para detectar cualquier posible patología cardíaca que tu médico realice un examen físico y te pregunte por tus antecedentes médicos y familiares.
En caso de sospecha de padecer alguna enfermedad cardíaca, tu médico además solicitará otras pruebas complementarias tales como una analítica y radiografía del tórax y en función de lo que se pueda observar en ellas, también será necesario realizar algún electrocardiograma (ECG), ecocardiograma, monitoreo Holter, RTAC, resonancia magnética cardíaca e incluso pruebas de esfuerzo.
Tratamiento
El tratamiento va a variar en función del tipo de enfermedad cardíaca se padezca. En general, el tratamiento para las enfermedades cardíacas a menudo incluye:
- Cambios en el estilo de vida: Podemos reducir el riesgo de enfermedad cardíaca si mantenemos una dieta con bajo contenido de grasa y sodio, acompañada de por lo menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol.
- Medicamentos.
- Procedimientos médicos o cirugía.
Andulación y cardiopatías
Uno de los principales efectos de la terapia de Andulación actúa de forma directa sobre la circulación sanguínea y como bien hemos comentado anteriormente, si la circulación sanguínea no funciona correctamente, nuestro cuerpo no va a recibir correctamente los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento, de esta manera, la células que no hayan recibido el aporte de nutrientes que necesitan, serán células enfermas y éstas, pueden contagiar a otras y hacernos perder vitalidad.
La andulación activa el flujo circulatorio y así la sangre se vuelve más fluida, aportando mayor cantidad de nutrientes al cuerpo para sentirnos de nuevo más sanos y vitales.