La fibromialgia puede convertirse en un desafío diario, con dolor crónico, fatiga y otros síntomas que impactan nuestra calidad de vida. Sin embargo, no tiene que controlarnos. Con pequeños pasos o nuevos objetivos y las herramientas adecuadas, podemos crear una rutina diaria que ayude a aquellos diagnosticados de fibromialgia a gestionar y recuperar el control de nuestro bienestar.
¿Qué es la fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad crónica que genera un dolor musculoesquelético generalizado con unos estímulos que se perciben como dolorosos cuando no deberían serlo.
Además de el dolor, se relaciona la fibromialgia con otros trastornos tales como la fatiga o cansancio generalizado, dolor articular acompañado de rigidez matutina, trastornos en el sueño y afectación emocional, estrés, ansiedad o decaimiento.
Se trata además de una enfermedad reumatológica común que afecta entre un 2-4% de la población en general, de la que alrededor de un 85% son mujeres entre 25 y 50 años.
¿Cómo afecta a la calidad de vida?
La fibromialgia puede afectar significativamente la calidad de vida, no solo por los síntomas que el paciente sufre sino también por el hecho de ir limitando la capacidad de realizar actividades cotidianas y generando frustración e impotencia. Sin embargo, es importante recordar que no define quién eres ni tu potencial, aunque en ocasiones se complique, con determinación y el enfoque adecuado, puedes establecer nuevos objetivos y rutinas que te permitan recuperar el control de tu vida y mejorar tu bienestar.
¿Por qué son importantes los nuevos objetivos y rutinas?
- Te dan un sentido de propósito y dirección. Al tener metas claras, te motivas a salir de tu zona de confort y avanzar en la dirección que deseas.
- Te ayudan a enfocarte en lo positivo. Al establecer objetivos alcanzables y celebrar tus logros, te concentras en lo que puedes lograr en lugar de en las limitaciones de la enfermedad.
- Promueven un estilo de vida saludable. Incorporar hábitos saludables como la actividad física, una alimentación balanceada y técnicas de relajación te ayuda a sentirte mejor física y mentalmente.
- Te permiten recuperar la confianza en ti mismo. A medida que superas desafíos y alcanzas tus metas, fortaleces tu autoestima y tu capacidad para enfrentar la fibromialgia.
- Te brindan una sensación de control. Al tomar las riendas de tu vida y establecer tus propias reglas, reduces el impacto de la fibromialgia en tu día a día.
¿Cómo establecer una rutina saludable?
En iXalud apostamos por la terapia de Andulación por ser un tratamiento no invasivo y muy efectivo en el tratamiento de los síntomas de la fibromialgia y otras enfermedades que afectan al aparato musculoesquelético. Por este motivo, nos disponemos a proponer una rutina diaria completa combinada con este tratamiento.
En primer lugar, recomendamos despertar con energía:
- Levántate a la misma hora cada día, incluso los fines de semana, para regular tu ciclo de sueño-vigilia.
- Inicia el día con un desayuno ligero y nutritivo que te aporte energía sostenida.
- Dedica unos minutos a la meditación o técnicas de respiración para reducir el estrés y calmar tu mente.
- Realiza una sesión de terapia de andulación con Andumedic durante 15minutos. La terapia de andulación estimula la microcirculación, reduce la inflamación y promueve la relajación muscular, combatiendo la rigidez matutina y preparándote para el día.
En segundo lugar, trata de mantener una mañana activa y consciente:
- Muévete con suavidad: Practica ejercicio físico de bajo impacto como caminar, nadar o yoga adaptado. La actividad física regular mejora el estado de ánimo, reduce el dolor y aumenta la flexibilidad.
- Escucha a tu cuerpo: Descansa cuando lo necesites y no te fuerces. La fibromialgia requiere un ritmo propio, respétalo.
- Aprovecha la mañana para realizar tareas que requieren más energía física o mental.
- Combate el estrés con actividades relajantes: Dedícale tiempo a la lectura, la música o hobbies que te gusten.
- Almuerza de forma saludable y equilibrada.
Finalmente, opta por una tarde serena y preparatoria para el sueño:
- Si trabajas, haz pausas regulares para moverte y estirarte.
- Continúa con tu actividad física moderada.
- Realiza una nueva sesión de terapia de andulación para aliviar la tensión acumulada durante el día y promover la recuperación muscular.
- Disfruta de una cena ligera y temprana para evitar digestiones pesadas antes de acostarte.
- Relájate antes de dormir: Crea un ambiente tranquilo en tu habitación, evita las pantallas y prepara tu cuerpo para el descanso con un baño caliente o una lectura ligera.
Y recuerda que la constancia es la clave para mantener los cambios positivos a largo plazo y que posiblemente tengas que ir adaptandola a tus necesidades.
Recuerda que, sólo tu, tienes el poder para cambiar tu vida y que los pasos mas pequeños pueden llevarte a grandes logros.
