La artritis y la artrosis son dos enfermedades reumáticas que afectan a las articulaciones, por sus puntos en común a menudo pueden ser entendidas como una misma patología, pero en el fondo son muy distintas en cuanto a causas, síntomas y pronóstico. Por este motivo, nos disponemos a dar algunos puntos clave para saber distinguirlas.
¿Qué es una articulación?
Las articulaciones son el punto de unión de dos o más terminaciones óseas. La mayoría de ellas son móviles y permiten que los huesos se muevan. Toda articulación está compuesta por:
Cartílago: Es el tejido que cubre la superficie del hueso en la articulación. Ayudan a reducir la fricción del movimiento.
Membrana sinovial: Es un tejido que reviste la articulación y sella la cápsula articular.
Líquido sinovial: Líquido transparente y pegajoso que segrega la membrana sinovial para mantener lubricada la articulación.
Tendones: se unen a los músculos que controlan el movimiento de la articulación.
Ligamento: Rodean la articulación para proporcionarle sostén y limitar su movimiento.
Bursa: Es una cavidad llena de fluidos que recubre huesos, ligamentos y otras estructuras adyacentes y las amortiguan de la fricción.
Las patologías más comunes que afectan a la articulación o a alguna de sus partes son la artritis y la artrosis.
¿Qué es la artritis?
La artritis es una patología que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones que a su vez produce dolor y limitación articular que afecta más comúnmente a mujeres y no es necesariamente propia de una edad avanzada.
Dicha inflamación se produce en la membrana sinovial y puede ser de origen metabólico, infeccioso o inmunológico. Como ésta reviste la articulación genera en ella un dolor continuo, hinchazón, tumefacción y sensación de rigidez que sobretodo se ve acentuada por las mañanas.
Si la inflamación persiste, puede llegar a provocar daño al hueso y por ende el cartílago que lo recubre y también a lo que le une a la membrana pudiendo causar así daño a ligamentos y tendones colindantes. Sobrecargar una articulación inflamada puede acelerar su desgaste.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa que lesiona el cartílago que recubre la articulación. Cuando el cartílago articular de los extremos óseos que conforman la articulación se deterioran sentiremos dolor, rigidez e incapacidad funcional que nos impedirá realizar con normalidad realizar algunos movimientos de lo más cotidianos. En estos casos, el dolor es mecánico, es decir, se genera con el movimiento por lo que mejorará con el reposo.
La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, aunque suele afectar con mayor frecuencia a aquellas que soportan más peso o realizan un esfuerzo mayor como caderas, rodillas, hombros o columna.
Prevención
¿Cuáles son las diferencias entre artritis y artrosis?
Ambas son patologías reumáticas que afectan a la articulación, causan dolor y limitación articular en ambos casos, pero su origen es muy distinto.
En el caso de la artritis, su origen lo genera una inflamación en la membrana sinovial, puede aparecer a cualquier edad y afectar a más de una articulación o incluso a órganos y sistemas del cuerpo. Su causa puede ser un traumatismo, una infección o incluso de origen autoinmune.
En cambio, la artrosis es una enfermedad originada por el deterioro del cartílago que recubre la articulación suele relacionarse con el envejecimiento o los movimientos o esfuerzos repetitivos siendo más común a partir de los 40 años, solo afecta a articulaciones.
Ambas patologías generan dolor, no obstante, en el caso de la artrosis se trata de un dolor de tipo mecánico que en la mayoría de los casos mejorará con el reposo a diferencia de los casos de artritis.
Mientras que la artritis engloba a más de 100 tipos de enfermedades reumatoides la artrosis viene simplemente determinada por la ubicación de la articulación afectada.
En el caso de la artritis, el paciente suele referir un dolor constante, las articulaciones se sienten calientes, hinchadas e incluso enrojecidas pudiendo deformarse con el tiempo.