Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que tiene como objetivo promover la inclusión social de este colectivo. En esta publicación, hablaremos sobre la discapacidad, sus tipos y grados de valoración.
¿Qué es la discapacidad?
La discapacidad es una condición física, mental o sensorial que limita la capacidad de una persona para realizar una actividad cotidiana. Puede ser congénita o adquirida, y puede ser temporal o permanente.
La discapacidad puede afectar a cualquier ámbito de la vida de una persona, incluyendo su movilidad, su comunicación, su aprendizaje o su participación social.
Existen diferentes tipos de discapacidad, según el ámbito que afecte entre los cuales los más comunes son:
- Discapacidad física: afecta a la movilidad, el movimiento o la coordinación.
- Discapacidad sensorial: afecta a la vista, el oído o el tacto.
- Discapacidad intelectual: afecta a las capacidades cognitivas.
- Discapacidad mental: afecta a las emociones o al comportamiento.
Grados de discapacidad
El grado de discapacidad se mide en función del impacto que tiene en la capacidad de una persona para realizar las actividades cotidianas. Se utiliza una escala de 0 a 100, siendo 0 la ausencia de discapacidad y 100 la discapacidad más grave.
La valoración del grado de discapacidad la realiza un equipo de profesionales, teniendo en cuenta los siguientes factores:
- La naturaleza y la gravedad de la discapacidad.
- El impacto de la discapacidad en la capacidad de la persona para realizar las actividades cotidianas.
- Las posibilidades de rehabilitación o recuperación.
¿Cómo calcular el grado de discapacidad?
La discapacidad viene determinada por distintas condiciones físicas, mentales y/o sensitivas que impiden o limitan a la persona a desarrollar ciertas tareas de forma autónoma. Por esta razón, para valorar el grado de discapacidad, se realiza una valoración de las tareas básicas del día a día que puede o no hacer por sí misma o si necesita asistencia.
Para ello se valoran criterios como:
- Comer: la persona es dependiente, necesita ayuda o es independiente
- Lavarse, bañarse: la persona es dependiente o independiente
- Vestirse: la persona es independiente, necesita ayuda o dependiente
- Arreglarse: la persona es independiente o dependiente
- Control de heces/orina: la persona es continente, incontinente o tiene algún accidente ocasional
- Trasladarse sillón/cama: la persona es independiente, necesita una ayuda mínima, gran ayuda o es dependiente
- Subir y bajar escaleras: el usuario es independiente, necesita ayuda o es dependiente
Teniendo en cuenta estos criterios se realiza un estudio y se clasifica la discapacidad en fases en función del porcentaje.
GRADO 1: Discapacidad nula
GRADO 2: Discapacidad leve (entre el 1 y el 24%)
GRADO 3: Discapacidad moderada (entre el 25 y el 49%)
GRADO 4: Discapacidad grave (entre el 50 y el 70%)
GRADO 5: Discapacidad muy grave (75%)
¿Cómo mejorar la calidad de vida de aquellos con discapacidad?
Existen medidas para mejorar de forma la vida de estas personas, la creación de entornos favorables, la incorporación de niños con discapacidad en escuelas convencionales, leyes para luchar contra la discriminación en el mundo laboral y prestar con equidad la atención de salud entre las más comunes.
Enfermedades musculoesqueléticas y discapacidad
Las enfermedades musculoesqueléticas son aquellas que afectan a los músculos, los huesos, las articulaciones y los tejidos conectivos. En la mayoría de los casos, pueden causar dolor, rigidez, debilidad y discapacidad en algunos casos.
Las principales enfermedades musculoesqueléticas que pueden causar una discapacidad son:
- Artritis: es una enfermedad que provoca inflamación de las articulaciones. Los tipos más comunes de artritis son la artritis reumatoide, la osteoartritis y la artritis psoriásica.
- Algunas enfermedades de los huesos: incluyen la osteoporosis, la osteomalacia y la enfermedad de Paget. Estas enfermedades debilitan los huesos y pueden aumentar el riesgo de fracturas.
- Lesiones musculoesqueléticas: incluyen lesiones traumáticas, como fracturas, dislocaciones y esguinces, así como lesiones por uso repetitivo, como la tendinitis y el síndrome del túnel carpiano.
- Enfermedades neuromusculares: incluyen la esclerosis múltiple, la distrofia muscular y la enfermedad de Parkinson. Estas enfermedades afectan al sistema nervioso y pueden causar debilidad, fatiga y problemas de coordinación.
- Enfermedades degenerativas: incluyen la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Huntington. Estas enfermedades afectan al sistema nervioso central y pueden causar discapacidades cognitivas, físicas y conductuales.
El impacto de las enfermedades musculoesqueléticas en la discapacidad puede variar, algunas pueden causar discapacidad leve, como dolor o rigidez que limitan la movilidad, otras, pueden causar discapacidad grave, como la pérdida de la función de una extremidad o la incapacidad para caminar.
Es importante diagnosticar y tratar las enfermedades musculoesqueléticas lo antes posible para prevenir la discapacidad.