El 18 de abril se conmemora el día Europeo de los derechos de los pacientes con el objetivo de defender sus derechos dentro de los distintos sistemas sanitarios. En 2002, la iniciativa de la red de ciudadanía activa elaboró una carta europea de derechos del paciente basada en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. En la cual se incluyen los derechos de los pacientes en relación con sus servicios de salud.
Carta Europea de derechos del paciente
La carta europea recoge los derechos del paciente entre los cuáles se contempla el derecho a la prevención de la enfermedad y a acceder a los servicios de salud que precise cada persona, sin discriminación en función de los recursos, lugar de residencia o enfermedad. Asimismo, es crucial el derecho a la información, al consentimiento y a la libre elección. Se incluyen también los derechos a la intimidad y la confidencialidad del paciente o usuario; al respeto del tiempo de los pacientes; al cumplimiento de los estándares de calidad, a la seguridad y a la innovación. Por último, la Carta también recoge los derechos a la innovación, a evitar los sufrimientos innecesarios y el dolor, a un trato personalizado, a reclamar y a recibir compensación.
Los derechos como paciente que se incluyen en la carta europea son los siguientes:
- Derecho a medidas preventivas: Todo individuo tiene derecho a un servicio apropiado para prevenir la enfermedad.
- Derecho al acceso: Todo individuo tiene derecho al acceso a los servicios sanitarios que requiera. Los servicios sanitarios deben garantizar un acceso equivalente para todos, sin discriminación debida a los recursos financieros, lugar de residencia, tipo de enfermedad o tiempo de acceso a los servicios.
- Derecho a la información: Todo individuo tiene derecho al acceso a todo tipo de información sobre su estado de salud, los servicios sanitarios y cómo utilizarlos, así como a todo lo que la investigación científica y la innovación tecnológica pueda procurar.
- Derecho al consentimiento: Todo individuo tiene derecho al acceso a toda la información que pueda permitirle participar activamente en las decisiones que conciernan a su salud; esta información es un prerrequisito para cualquier procedimiento y tratamiento, incluyendo la participación en la investigación científica.
- Derecho a la libre elección: Todo individuo tiene derecho a elegir libremente entre los diferentes procedimientos de tratamientos y proveedores basándose en una información adecuada.
- Derecho a la privacidad y confidencialidad: Todo individuo tiene derecho a la confidencialidad sobre la información personal, incluyendo información sobre su estado de salud y diagnóstico potencial o procedimientos terapéuticos, así como a la protección de su privacidad durante la realización de los exámenes de diagnóstico, visitas de especialistas y tratamientos médicos o quirúrgicos en general.
- Derecho al respeto del tiempo del paciente: Todo individuo tiene derecho a recibir el tratamiento necesario en un período de tiempo predeterminado y rápido. Este derecho se aplica a cada fase del tratamiento.
- Derecho al cumplimiento de los estándares de calidad: Todo individuo tiene derecho al acceso a servicios de alta calidad basados en la especificación y cumplimiento de estándares precisos.
- Derecho a la seguridad: Todo individuo tiene derecho a estar libre del daño causado por el pobre funcionamiento de los servicios de salud, los errores médicos y la negligencia profesional, y el derecho de acceso a los servicios de salud y tratamientos que cumplan con estándares de alta seguridad.
- Derecho a la innovación: Todo individuo tiene derecho al acceso a procedimientos innovadores, incluyendo procedimientos de diagnóstico, según los estándares internacionales e independientemente de consideraciones económicas o financieras.
- Derecho a evitar dolor y sufrimiento innecesarios: Todo individuo tiene derecho a evitar todo el sufrimiento y el dolor posibles, en cada fase de su enfermedad.
- Derecho a un tratamiento personalizado: Todo individuo tiene derecho a programas de diagnóstico o terapéuticos adaptados en lo posible a sus necesidades personales.
- Derecho a reclamar: Todo individuo tiene derecho a reclamar si ha sufrido un daño y el derecho a recibir una respuesta o información adicional.
- Derecho a la compensación: Todo individuo tiene derecho a recibir una compensación suficiente dentro de un período de tiempo razonablemente corto cuando haya sufrido un daño físico, moral o psicológico causado por un tratamiento proporcionado en un servicio de salud.
Prevención de patologías crónicas
Habitualmente las enfermedades crónicas son comunes entre adultos mayores, se trata de patologías no transmisibles de larga duración y progresión lenta que, aunque a menudo no tienen cura, pueden controlarse algunos de sus síntomas.
Las causas de estas patologías crónicas incluyen las fisiológicas, genéticas y de estilo de vida donde se contemplan factores de riesgo como:
- Falta de actividad física
- Tabaquismo
- Mala alimentación o dietas no saludables
- Consumo o abuso de alcohol y/o sustancias tóxicas
Las enfermedades crónicas son responsables de 7 de cada 10 muertes a nivel mundial. Además, los datos indican que el 80% de los adultos mayores de 65 años tienen al menos una de ellas, mientras que el 68% tiene dos o más.
Adoptar un estilo de vida más saludable puede ser una estupenda herramienta para que algunas de estas enfermedades se puedan prevenir estos buenos hábitos incluyen:
- No fumar: El tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir todo tipo de problemas de salud (cáncer, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y pulmonares, EPOC…).
- Realizar actividad física de forma regular: Lo mínimo recomendable para prevenir o controlar patologías crónicas son 150 minutos semanales.
- Comer saludable: Una dieta saludable y equilibrada incluye de todo un poco incluyendo futas y verduras en las proporciones adecuadas. Es importante estar en un rango de peso saludable.
- Evitar el consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol, puede ser la causa de enfermedades cardíacas y hepáticas, hipertensión arterial, varios tipos de cáncer y hasta accidentes cerebrovasculares.
- Dormir bien: El sueño es una parte fundamental de la salud. Un adulto debería dormir al menos 7 horas por día.
- Realizar revisiones médicas de forma regular: Es fundamental la visita regular al médico o médica, para mejorar la prevención y la detección temprana.
Tratamientos relacionados con la prevención
Para empezar, tal y como comentábamos anteriormente, realizar regularmente ejercicio físico puede ser de gran ayuda para mejorar la salud y mantener determinados síntomas bajo control. Es posible que tu propio médico te recomiende determinados ejercicios o bien para reducir el dolor o para fortalecer.
Habitualmente, para dolencias localizadas en la parte baja de la espalda estarán indicadas actividades aeróbicas de bajo impacto como caminar o nadar.
En patologías que afecten a las articulaciones será importante valorar con el especialista para que adecue los ejercicios al tipo de problema que causa la afección y en la mayoría de los casos se plantearan estiramientos con el objetivo de mantener la movilidad y estarán prohibidos ejercicios de impacto para la articulación.
Por otro lado, la fisioterapia por ejemplo, será de gran ayuda para mantener nuestro aparato musculoesquelético en condiciones óptimas. El especialista podrá adecuar siempre el tratamiento a las necesidades del paciente y plantear unas tablas de ejercicios adecuados no solo a la patología sino también al paciente y sus necesidades en cada momento.
Además de esto, también existen tratamientos como la Andulación dirigidos a mejorar la sintomatología de algunas de estas patologías. Gracias a su efecto estimulante sobre la circulación y el metabolismo, el organismo recibe el oxígeno y nutrientes necesario permitiendo que la musculatura se descontracture y mejore la limitación articular. Además de esto, su efecto sobre el sistema linfático facilitará la eliminación de los residuos metabólicos y otras substancias tóxicas o nocivas del organismo.