AndulaciónPatologíasArtritis: cómo aliviar dolor y ganar movilidad

05/12/20250

La artritis es una de las afecciones crónicas más comunes a nivel articular. Se estima que millones de personas en todo el mundo conviven con algún tipo de artritis, y aunque puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente en personas mayores de 50 años. Comprender la enfermedad y conocer las alternativas disponibles puede ayudar a mejorar la calidad de vida y mantener la movilidad durante más tiempo.

¿Qué es la artritis? 

La artritis es una patología que se caracteriza por la inflamación de las articulaciones que a su vez produce dolor y limitación articular. Dicha inflamación se produce en la membrana sinovial y puede ser de origen metabólico, infeccioso o inmunológico. Por esta razón, existen más de 100 tipos distintos, aunque los más comunes son:

  • Artrosis (osteoartritis): se debe al desgaste natural del cartílago que protege las articulaciones. Es más frecuente con la edad o tras años de sobrecarga articular.

  • Artritis reumatoide: una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunitario ataca las articulaciones, generando inflamación crónica y dolor persistente.

La artritis puede limitar a quien la padece de ciertas actividades, pero con un enfoque adecuado es posible mantener una buena calidad de vida, conservar la movilidad y reducir el dolor.

En casos mas extremos, si la inflamación persiste, puede llegar a provocar daño al hueso y por consecuente al cartílago que lo recubre y también a lo que le une a la membrana pudiendo causar así daño a ligamentos y tendones de la zona afectada. Sobrecargar una articulación inflamada puede acelerar su desgaste. 

Síntomas de la artritis 

Aunque los síntomas dependerán del tipo de artritis, los más comunes, son los que afectan principalmente a las articulaciones. Dicho esto, dependiendo del tipo de artritis, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes: 

  • Dolor 
  • Rigidez articular, sobre todo en la mañana 
  • Limitación del movimiento 
  • Inflamación articular 
  • Enrojecimiento en la articulación o articulaciones afectadas 

Y en algunos casos no tan comunes: 

Fiebre, pérdida de peso, dificultad al respirar y sarpullido. 

Estos síntomas pueden aparecer de forma gradual o repentina, y no siempre son iguales cada día. Por eso, es importante escuchar al cuerpo y acudir a un profesional cuando el dolor o la limitación persisten.

Tipos de artritis 

Si entendemos como artritis al proceso inflamatorio de la capsula sinovial de las articulaciones, podemos diferenciar hasta más de 100 tipos distintos de artritis dependiendo entre otros, de las causas que producen dicha inflamación (traumatismos, agentes infecciosos como pueden ser bacterias, virus, hongos y parásitos o factores inmunológicos o depósitos de cristales).

Diagnóstico de la artritis

Un diagnóstico precoz es clave para detectar cualquier afección articular, para ello, su doctor suele realizar:

  1. Exploración física: para valorar movilidad, inflamación y dolor.

  2. Pruebas de imagen como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas.

  3. Análisis de sangre, especialmente si se sospecha artritis reumatoide u otra enfermedad autoinmune.

Un diagnóstico temprano permite diseñar un tratamiento personalizado, que ayude a frenar el avance de la enfermedad y mejorar el bienestar general.

Prevención y cuidados

Aunque no siempre es posible prevenir la artritis, sí podemos reducir su impacto siguiendo algunos hábitos saludables como:

  • Controlar el peso corporal para evitar sobrecargar las articulaciones.

  • Realizar ejercicio moderado y adaptado, como caminar, nadar o practicar yoga suave.

  • Evitar el sedentarismo, ya que la inactividad aumenta la rigidez.

  • Seguir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, omega-3 y antioxidantes.

  • Mantener una buena postura tanto al trabajar como al descansar.

Factores de riesgo 

También se ha demostrado que algunos factores aumentan el riesgo de padecer artritis. Algunos de estos factores se pueden modificar y otros no: 

No modificables 
  • Edad: El riesgo de padecer la mayoría de los tipos de artritis aumenta con la edad. 
  • Sexo: Aunque cualquier persona puede padecer artritis, la mayoría de los tipos son más comunes en las mujeres; el 60 % de las personas con artritis son mujeres. En cambio, la gota, es más común en los hombres. 
  • Factores genéticos: Algunos tipos de artritis, como la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico son más comunes cuando existen antecedentes familiares. 
Modificables 
  • Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso supone una mayor carga para las articulaciones puede contribuir tanto a la aparición como al avance de algunos tipos de artritis. 
  • Lesiones articulares: haber padecido alguna lesión articular puede contribuir a la aparición de osteoartritis en esa articulación. 
  • Infección: Diversos agentes infecciones pueden causar una infección en las articulaciones y el posible desarrollar diversos tipos de artritis. 
  • Ocupación: Ciertas ocupaciones que implican movimientos repetitivos se asocian a algunos casos de osteoartritis. 

Tratamiento 

El tratamiento para la artritis se basa en planificar una estrategia que ayude a aliviar los síntomas y mejorar el funcionamiento de las articulaciones afectadas. En la mayoría de los casos, es necesario probar diferentes tratamientos o combinaciones de ellos hasta encontrar el definitivo. 

En cuanto al tratamiento farmacológico, los medicamentos que se utilizan para tratar la artritis varían según el tipo de artritis que se padece. Los fármacos más comunes incluyen antiinflamatorios, contrairritantes, antirreumáticos y esteroides. 

La fisioterapia también puede ser útil en algunos tipos de artritis. Los ejercicios pueden mejorar el rango de movimiento y fortalecer los músculos que dan soporte a las articulaciones afectadas.  

Cuando los métodos tradicionales no sirven, los médicos pueden sugerir una cirugía. 

Ejercicios seguros para personas con artritis

El movimiento es esencial, pero siempre con precaución y respetando los límites que el cuerpo nos marca. A continuación, algunos ejercicios suaves y seguros que pueden realizarse a diario:

  1. Movilidad articular básica: abrir y cerrar lentamente las manos, girar los tobillos o realizar movimientos circulares de hombros.

  2. Ejercicio de fortalecimiento suave: levantar una pierna mientras se está sentado, manteniéndola unos segundos en el aire.

  3. Estiramientos controlados: mover el cuello o la espalda con lentitud, sin llegar al dolor.

  4. Caminar o nadar: actividades de bajo impacto que estimulan la circulación y mantienen la flexibilidad.

La clave está en la constancia y la escucha del cuerpo: el ejercicio debe aliviar, nunca provocar dolor.

Andulación y bienestar articular

Partiendo de una postura que mantiene y favorece a una ergonomía horizontal con las piernas ligeramente elevadas para favorecer a la relajación y la descarga muscular la andulación combina 2 técnicas que son clave para favorecer la relajación muscular, la estimulación de la circulación y una agradable sensación de bienestar corporal.. El calor infrarrojo mejora la microcirculación de las zonas afectadas a través de la vasodilatación y el calentamiento muscular y por otro lado, las vibraciones que utiliza actúan como antiálgico y antiinflamatorio en aquellos afectados de artritis.

Aunque no sustituye a un tratamiento médico, puede ser un apoyo eficaz dentro de un enfoque integral, ayudando a aliviar la tensión muscular, mejorar la recuperación tras la actividad física y contribuir al bienestar general.

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