Cada año, el 17 de octubre, conmemoramos el Día Mundial Contra el Dolor para concienciar sobre esta problemática que nos afecta a todos. ¿Sabías que, según la Federación Internacional de Asociaciones para el Estudio del Dolor, más del 80% de la población mundial experimentará algún tipo de dolor crónico en algún momento de su vida? Incluso la OMS clasifica a este síntoma, como una patología en sí. Esta clasificación pretende transformar la atención a los pacientes con dolor crónico y su investigación a nivel mundial para poder facilitar un tratamiento que lleve a una mejor calidad de vida al paciente.
¿Qué es y como nos afecta el dolor?
La Real Academia Española define el dolor como una sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior.
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada a una lesión real o potencial. Es una señal de alarma que nuestro cuerpo envía para indicar que algo no funciona correctamente. Aunque puede ser agudo y pasajero, como el dolor producido por un corte, también puede ser crónico y persistir durante largos períodos, afectando significativamente nuestra calidad de vida.
Se trata de una percepción sensorial que suele estar localizada, es subjetiva y de intensidad variable, ya sea leve o intenso, puede tener un impacto profundo en nuestra vida diaria. Algunos de los efectos más comunes incluyen:
- Limitación de actividades: El dolor puede restringir nuestra capacidad para realizar tareas cotidianas, trabajar, hacer ejercicio o disfrutar de actividades recreativas.
- Alteraciones del sueño: El dolor crónico puede dificultar conciliar el sueño y mantener un sueño reparador, lo que a su vez afecta nuestro bienestar general.
- Cambios de humor y estado de ánimo: El dolor puede generar frustración, ansiedad, depresión y otros trastornos del estado de ánimo.
- Reducción de la calidad de vida: El dolor crónico puede disminuir significativamente nuestra calidad de vida, afectando nuestras relaciones sociales, laborales y personales.
- Aumento del consumo de medicamentos: En busca de alivio, muchas personas con dolor recurren a medicamentos, lo que puede tener efectos secundarios no deseados.
El dolor puede clasificarse en función de diversos criterios, según su duración, origen, localización, curso, intensidad, sensibilidad al tratamiento…Puedes encontrar información mas extensa sobre los diferentes tipos aqui.
Prevención del dolor
Según algunos datos sobre la población española, al menos un 30% ha estado de baja a lo largo de su vida laboral como consecuencia de su dolor. En los casos de que el dolor sea crónico, un 22% de los pacientes acaba perdiendo su puesto de trabajo y un 4% se ve obligado a cambiar de profesión.
Teniendo en cuenta estos elevados datos, podríamos decir que cualquier persona en algún momento de su vida ha sufrido dolor y por ello será de vital importancia evitar que este dolor se cronifique y así prevenir la aparición de otras posibles complicaciones o afecciones relacionadas con la dolencia siempre que se pueda.
Aunque el dolor puede tener múltiples causas, podemos tomar medidas para prevenirlo o reducir su impacto:
- Ejercicio regular: Mantener una actividad física adecuada fortalece los músculos y mejora la flexibilidad.
- Alimentación saludable: Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
- Postura correcta: Evitar posturas forzadas y mantener una postura adecuada ayuda a prevenir dolores musculares y articulares.
- Gestión del estrés: Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga puede reducir el estrés y la tensión muscular.
Tratamiento del dolor
Es importante destacar que el dolor no es algo que debas ignorar. Si estás experimentando dolor crónico, consulta a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
El tratamiento del dolor dependerá de su causa y gravedad. Algunas de las opciones terapéuticas más comunes incluyen:
- Medicamentos: Analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares, etc.
- Terapias físicas: Ejercicios, calor, frío, masaje, etc.
- Tratamientos complementarios: Técnicas de relajación, andulación, psicoterapia…
- Intervenciones quirúrgicas: En casos muy específicos.
Muchos dolores pueden aliviarse con algunas medidas o cuidados básicos que incluyen el reposo, la aplicación de termoterapia o los masajes.
Andulación y dolor
La andulación es una terapia innovadora que combina vibraciones mecánicas y calor infrarrojo para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida. Esta terapia, aplicada a través de dispositivos como el Andumedic 3, actúa a nivel muscular y circulatorio, proporcionando múltiples beneficios:
- Alivio del dolor: Reduce la tensión muscular y la inflamación, aliviando dolores crónicos como los de espalda, articulaciones y fibromialgia.
- Mejora la circulación: Estimula la circulación sanguínea, favoreciendo la oxigenación de los tejidos y acelerando la recuperación.
- Relajación profunda: Promueve la relajación muscular y mental, reduciendo el estrés y la ansiedad.
- Fortalecimiento muscular: Aumenta la fuerza y la resistencia muscular, mejorando la postura y la movilidad.
