El dolor articular es el síntoma más frecuente y la hinchazón articular puede ser más o menos visible por el paciente. Los principales son:
● Dolor
● Hinchazón
● Rigidez
● Enrojecimiento y aumento de la temperatura de las articulaciones afectadas.
También pueden incurrir distorsiones o que se origine una mal posición conjunta que limite la capacidad de movimiento. Las enfermedades reumáticas pueden causar tensión muscular, deformidad de la columna e incluso inflamación de los ojos y los órganos internos.
¿Cómo están formadas las articulaciones?
Las articulaciones individuales se construyen de manera muy diferente; sin embargo, los componentes son los mismos:
● La superficie de la articulación
● La capa de cartílago
● La cavidad articular ahuecado
● La cápsula articular
La capa de cartílago, dependiendo de la medida en la que se carga la articulación, tiene un grosor de cinco milímetros. Cuando el cartílago está sano, la superficie es lisa y brillante. Ésta nos protege los huesos, actúa como un amortiguador y reduce la fricción. Además, cierra las cavidades articulares al exterior.
Por su parte, la capa de cápsula interior forma el líquido articular (líquido sinovial). Este fluido proporciona los nutrientes al cartílago articular y sirve como un lubricante para que la articulación puede deslizarse sin esfuerzo. Gracias a la capa de cartílago, la carga no se concentra en un solo punto sino que se distribuye sobre el área superficial mayor de los huesos de la articulación.
Esto funciona mejor cuando la forma y posición de las partes de una articulación coinciden exactamente entre sí, como en el caso de la cadera. Aquí, radica la cabeza redonda del fémur de forma fija incrustada en la cavidad de la articulación del hueso de la cadera. Esto permite mayor destreza y, al mismo tiempo, ofrece una mayor estabilidad.