Las causas de la artrosis en la articulación de la caderason muy variadas.
Se pueden dividir en cuatro grandes grupos:
Factores traumáticos: Proviene de lesiones o enfermedades mal curadas.
Factores vasculares: Dan lugar a luxaciones u otros daños vasculares que finalmente podrían llevar a la artrosis de cadera.
Factores congénitos: puede tratarse de una deficiencia innata o adquirida de la articulación.
Desequilibrios: Aquellos que vienen dados por dismetrías o desigualdad entre las extremidades inferiores.
Algunos ejemplos más concretos serían la displasia de cadera. Esta enfermedad surge cuando el hueso entre el acetábulo de la cadera y la cabeza femoral se desarrolla en un ángulo inadecuado. Las malformaciones de la articulación de la cadera, como por ejemplo las piernas en X o en O. Estas provocan un desequilibrio en la carga del cartílago articular, lo que conlleva el desgaste del mismo.
Otras causas pueden ser antiguas lesiones o roturas de esta articulación, especialmente del cuello del fémur.
En algunos casos, la artrosis de cadera se atribuye a trastornos metabólicos de la articulación o procesos inflamatorios de la misma. También el sobrepeso elevado es una causa que contribuye al desgaste de esta articulación, ya que los kilos de más suponen un gran peligro para las articulaciones.
Algunos de los principales síntomas de esta enfermedad son los dolores en el lateral de la articulación afectada.
Normalmente este dolor se extiende hasta las ingles y el área lumbar de la columna, así como por los muslos y hasta la articulación de la rodilla. También el dolor de puesta en marcha es típico de esta dolencia; aparece al inicio de un movimiento y disminuye después paulatinamente.
Surge sobre todo tras largos periodos sentado o tumbado y también por las mañanas, tras levantarse. Pero también las cargas físicas prolongadas, como en el deporte, aumentan estos dolores.
En una etapa posterior de la enfermedad, el dolor se sentirá incluso estando en reposo. También son características la cojera, tras pasar mucho tiempo andando, o la curvatura del lado afectado por la artrosis. Además, se producen tensiones y acortamientos musculares, así como crujidos por roce en las regiones que presentan dolor. Estas suelen estar bastante hinchadas.
En conjunto, las dolencias se limitan claramente a la movilidad. Esto hace que acciones como agacharse o bajar escaleras sean especialmente problemáticas y dificultan el movimiento de giro de la pierna. Asimismo, hacen que la flexión y la extensión de los muslos sean muy difíciles y entorpecen la separación y unión de las piernas.
El diagnóstico se da mediante exploración y anamnesis médica valorando así la sintomatología y el arco de movimiento, una radiografía suele confirmar el diagnóstico al poder así observar los cambios físicos que la enfermedad produce y poder también establecer el grado en que la patología se encuentra.
En la «artrosis activada», que se presenta con hipertermia, se recomienda el uso de tratamientos con frío. Estos suelen llevarse a cabo con la aplicación de bolsas de hielo. Para no dañar la piel deberá colorarse una toalla bajo la bolsa, y este tratamiento no deberá aplicarse durante más de veinte minutos.
La terapia de Andulación supone una opción de tratamiento muy efectiva contra la artrosis de cadera. Por un lado, gracias a esta terapia biofísica se conseguirá activar de forma intensiva la circulación y el metabolismo, mejorando notablemente el suministro de oxígeno e importantes nutrientes a todas las células del cuerpo. Por otro lado, la terapia de Andulación ayudará a liberar las tensiones musculares y los bloqueos del entorno cercano a la articulación afectada de forma eficiente y duradera.
En la artrosis principal, la forma más común de la enfermedad, deberá aplicarse calor. Para ello se utilizan botellas de agua caliente, almohadillas eléctricas, baños de agua caliente y envolturas de fango.
El reemplazo de la articulación de la cadera es la última opción. La articulación artificial está normalmente compuesta por una cabeza femoral y un acetábulo. En algunas (y raras) ocasiones se coloca únicamente una endoprótesis de la cabeza.
Con los ejercicios adecuados puede fortalecerse la musculatura que rodea la articulación enferma. De esta forma puede descargarse y protegerse dicha articulación, lo que impide que continúe el desgaste de la misma.
La recomendación de proteger una articulación dañada hace mucho que se dejó atrás. Por el contrario, lo recomendable en estos casos es activar el metabolismo de la misma mediante el movimiento regular. En una artrosis de cadera se recomienda especialmente montar en bicicleta y nadar, ya que estos deportes no suponen una carga para la articulación.
Administrando una serie de fármacos es posible aliviar el dolor, inhibir la inflamación y mejorar la capacidad de movimiento. Los fármacos más populares para tratar el dolor articular son los antiinflamatorios no esteroideos (AINES).
No debemos olvidar en estos casos tener en cuenta la cantidad de efectos secundarios que estos pueden suponer para nuestro organismo.
La terapia de Andulación supone una opción de tratamiento muy efectiva contra la artrosis de cadera. Por un lado, gracias a esta terapia no invasiva se conseguirá activar la circulación y el metabolismo, mejorando notablemente el suministro de oxígeno e importantes nutrientes a todas las células del cuerpo. De esta forma se favorece la interrupción del desgaste del cartílago de la articulación de la cadera evitando que la enfermedad progrese.
También se ve reforzado por el aumento de la actividad metabólica de las células entre sí además de facilitar la excreción de sustancias nocivas y residuos metabólicos. Los daños locales en el cartílago suelen estar causados por un suministro insuficiente de nutrientes a la superficie del mismo. Por otro lado, la terapia de Andulación facilitará la liberación de las tensiones musculares y los bloqueos del entorno cercano a la articulación afectada de forma eficiente y duradera. Esto permite que los dolores se puedan aliviar de forma notable en poco tiempo y que finalmente desaparezcan por completo, siempre que la aplicación sea regular y durante un largo periodo de tiempo. El calor infrarrojo profundo dirigido fomenta también su efectividad.